Capítulo treinta

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Capítulo treinta: El lazo.

— Yo quizá hubiera querido cambiar el destino de mi familia, pero hubiera impedido el mío.— continuó contando.— hay cosas que simplemente están hechas para suceder.

Sus palabras me recordaron a aquella plática con Carlisle, le dije que el destino nos había hecho encontrarnos.
Y si era honesta aún sentía eso mismo.
Cómo si un hilo nos uniera y como si el coincidir estuviera predestinado.

Pero quizá solo es una fantasía que quería creer.
Un sentimiento que ansiaba por tener.
Pero solo eso.
Un quizás...

—¿Estás bien?— me preguntó Anne al verme tan disociada.

Ella también tenía un rostro triste, su pasado trágico le atormenta aún y es notorio.

— Ah, no. Disculpa. Solo me recordaste algo.— sonreí sintiendo mis ojos húmedos. Yo no debería llorar.— ¿No hay más como tú? ¿Con ese destino?.— dije para intentar cambiar el ambiente denso.

— Había. Probablemente hay más personas iguales, pero el mundo es amplio y con la cacería de brujas muchas fueron asesinadas.

No fue un buen giro.

— ¿Que es Dakaar?— intenté de nuevo.

— Dakaar, solo es él. Conoce más que cualquiera y sabe cuándo mostrarse, solo sé eso.

Ahora me preguntaba si ella sabía de la existencia de vampiros o sobre los lobos enormes del bosque.
No quería sonar imprudente, o bien, delatarlos. Aún no sé que papel juega Anne y esa ave en este lugar.

— ¿Conoces más criaturas que no sean...— intentaba formular la pregunta, sin sonar obviamente sospechosa.— ¿humanos?

— Liz, sé que los Cullen son vampiros, si es tu duda.

—¿Desde cuándo?

—En cuánto los ví, es un tanto obvio para alguien que lleva tanto en este mundo.

Sus palabras tenían lógica, ella debe conocer demasiado sobre todo.
¿Por qué seguiría aún en la escuela?
¿Mantener apariencias?
Pero me cuestionaba más el por qué elegirme a mí para contarme o creer que hay algo sobrenatural en mi futuro.

— ¿Por qué creen que tengo algo especial?— me confundía el por qué me sucedía esto, no consideraba ser alguien que pudiera salir del rango de la normalidad y quizá tampoco lo quería.

— Lo sabemos, solo lo sabemos.— ella suspiró pesadamente.— Me llevo mucho tiempo desarrollarme completamente.

Ella tomo mi mano y fijó su mirada en mis ojos.

— Pero no te preocupes, tendremos mucho tiempo para que lo hagas.— sonrió tan animada y feliz, un semblante totalmente diferente al de un segundo.— Liz, estoy tan contenta de haberte encontrado.

Le sonreí también.

— ¿Que cosas puedes hacer? A parte de vivir tanto, anciana.

Ambas reímos.

— Manipulación de la naturaleza y todo lo que se deriva de ella, es más una conexión, te vas conectando cada vez más con ella, sientes la energía que emana la luna y la tierra. Es casi mágico, pero no realmente.

— Suena genial.

— Lo es.

Nos quedamos sentadas un rato más, solo observando los últimos rayos de sol que daban en el claro, lo que me pareció minutos se habían convertido en horas y ahora anochecía.
No entendía nada de lo que me estaba pasando, pero si puedo confiar en alguien es en Anne. Así que todo estará bien.

O eso espero.

— ¿Tuviste algo muy serio con Carlisle Cullen? — preguntó repentinamente.

Ella sabe que hubo algo, así como los demás, pero ¿que tan serio había sido? no lo había cuestionado.

—Mis sentimientos me dicen que sí, pero mi mente dice otra cosa.— me recargué en el suelo, más sucia no podría estar de todas formas.— A veces estoy segura de que era algo más allá de solo gustarme o sentir algo por él, pero cuando pienso como sucedió todo, no sé.

—¿Tienen un lazo? ¿No?

—¿Un lazo?— la miré con ceño fruncido.

— Sí, esa cosa de vampiros que los une con alguien el resto de su vida.

— Yo no sabía que ellos tenían algo así.

— ¿Entonces no tienen un lazo? ¿No eres su compañera de vida?

— No lo sé, si lo fuera se hubiera quedado ¿no?

— Cierto.— su rostro fue de felicidad nuevamente, le mire raro.

— Nosotras sí tenemos un lazo.

— ¿De que hablas?— le dije confundida.

— Estamos unidas por esto, he escuchado rumores. Hay algunas que llegan a hablar telepáticamente por su conexión.— dijo emocionada. — ¿No sería asombroso?

— Sería más que asombroso. — le dije igual de emocionada.

Finalmente después de la puesta de sol, nos levantamos y regresamos al carro camino a casa.

No sabía cómo sentirme respecto a todo lo que había sucedido hoy, era tan extraño que aún no lo asimilaba por completo.
Y para colmo toque el tema de Carlisle que tanto había querido reprimir este tiempo.
Se sentía bien hablar de él, pero no quería sentir esta punzada constante cada que su recuerdo llega a mi memoria.

Era doloroso ver las imágenes mentales.

Pero el estar con Anne me tranquilizaba en gran magnitud.
Al menos cuento con alguien que es honesta y que está para mí a pesar de todo.

𝗙𝗮𝗹𝗹𝗶𝗻𝗴 𝗳𝗼𝗿 𝘆𝗼𝘂 | 𝐂𝐚𝐫𝐥𝐢𝐬𝐥𝐞 𝐂𝐮𝐥𝐥𝐞𝐧 |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora