Capítulo treinta y nueve

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Capítulo treinta y nueve: Antes del gran anuncio.

Bella acababa de marcarme para decir que iba a pasar por mí a casa de Anne, venían más tarde de lo esperado así que simplemente iríamos a la casa de los Cullen directamente.

—¿Le marcaste a tu papá?— preguntó Anne mientras me ponía máscara de pestañas.

— Sí, solo le dije que íbamos a ir a Port Angeles a pasar el día. Él sabe que Bella casi no sale, así que no puso objeción.

—¿Te imaginas si no la hubieras cubierto? Estaría castigada de por vida.— dijo para soltar una risa.

— En definitiva, Bella no funciona bien bajo presión y solo acaba preocupando más a Charlie.

— Cómo la vez que me contaste que huyeron ¿no?

— Dejé que ella tuviera la idea del plan y fue un caos terrible. Decidí no seguirla más después de ese día.

— Terminaste en una camilla de hospital, si no ibas a decidir eso entonces realmente serías estúpida.

Solo reí a su comentario y terminé de maquillarme.
Una playlist de pop sonaba de fondo, cómo ya era usual cada que nos arreglamos juntas o cuando iba manejando.

Anne solo estaba recostada en su cama con su celular, tarareando levemente la melodía de "What you waiting for?" de Gwen Stefani.

Me miré al espejo. Ví mi reflejo un tanto neutro, al menos no tenía una expresión nerviosa o de pánico, aunque quería gritar y jalarme el cabello hasta que no sienta más.
Pero me veía como si todo fuera normal.

Suspiré pesadamente para finalmente levantarme del banquito que Anne tiene para su tocador. Ella levanto la mirada y me observó con una sonrisa.

— Si ese Cullen no te aprecia lo suficiente, en definitiva yo sí, preciosa.— dijo con su coqueteo, que a cierto punto ahora no sé si era de broma o en realidad lo hacía.

Mi ropa no era tan glamurosa ni nada por el estilo, mucho menos el maquillaje.
Eran toques simples pero que se podían diferenciar del como luzco habitualmente, aunque era cierto que siempre estaba vestida de más para cualquier ocasión.

Avancé para sentarme a un lado de la pelinegra, sin acostarme para no arruinar las ligeras ondas que había hecho a mi cabello.

— No quiero ir.— admití.

— Lo sé. Pero tu hermana por algún motivo necesita que también vayas, aunque a veces no confío en su criterio, esta vez parece importante.— dijo en una mueca.

— Ven conmigo.— me levanté de su hombro con ánimo.

Si Anne estaba ahí, tendría la absoluta confianza de ir sin problemas.

— No debería, Bella solo te citó a ti y la familia de Edward. Suena a algo privado.

— De todas formas te terminaré contando lo que diga.

— No, Liz.

— Anda, anda, anda, anda.— la miré suplicante mientras sacudía su hombro.

— Es algo que no me incumbe, no puedo solo aparecerme contigo como si fuese parte de la familia.

— Anne. Literalmente hace unos meses dijiste que estábamos conectadas por la eternidad y estabamos destinadas y no sé que tanto más.— le recordé con un tono ligeramente molesto.

— Bella no sabe eso, verá raro si solo aparezco contigo como una chismosa. No sabe que sé que los Cullen son vampiros, no se te olvide eso.— terminó palmeando mi cabeza.

— No hay forma ¿Cierto?— dije con rendición.

— Cierto.

Bufé junto a una mueca molesta, realmente no quería ir.
Ya no tenía la confianza en Alice o Rosalie cómo para que sean algún tipo de soporte, además de que Alice parece más interesada en que me vea con Carlisle que Carlisle mismo.

Un claxon sonó y rápidamente deduje que se trataba de mi hermana.
Con desánimo me levanté de la cama y baje seguida de Anne.
Ambas nos despedimos en la puerta, dijo que no tenía de que preocuparme y que yo podía manejar cualquier situación que se podría presentar.
Finalmente después de un abrazo me dirigí al auto y me senté en la parte trasera sin saludar a nadie.

Detestaba a Isabella y su novio insensible que provocó toda esta situación en primer lugar.

Él pareció leer mis pensamientos por qué carraspeó incómodo y solo arrancó rumbo a su casa.

Así que cuando llegamos solo bajé con el mismo desánimo con el que subí.
Jasper estaba en la entrada a la espera de Alice, en cuanto se vieron se abrazaron para darse un corto beso en los labios, era una escena en verdad tierna.

Jasper saludó estrechando a Edward y a Bella y a mí con su usual distancia nos dedicó una sonrisa.
Y en mi caso, acompañada de una ola de tranquilidad. Jasper es quien más me agrada últimamente.

—Edward.— lo recibió Esme con un abrazo al igual que Carlisle.

Rosalie solo le dió un abrazo más corto y Emmett casi lo lanza por los cielos de tanto que lo levantó.

— Tan propenso a morir como tu novia, son el uno para el otro, Romeo.— dijo Emmett en cuanto lo bajó.

Eran una familia unida a pesar de poder ser tan distintos, realmente se apoyaban y preocupaban entre ellos.
El pensamiento me tenía inconscientemente sonriendo.

En cuanto la euforia pasó, ambos se tomaron de las manos y dijeron que tenían que anunciar algo importante.

De no ser por qué han pasado poco más de un día juntos de nuevo, diría que van a anunciar un embarazo o fecha de compromiso.
Aunque conociendo lo intensos que son ambos, no me sorprendería que dijeran lo segundo.

Alice se separó de Jasper y vino dando brinquitos a mi lado, yo estaba bastante separada de los demás, casi recargada en el marco de la puerta.
Así que Alice tomó mi muñeca y me encaminó más cerca, dejándome a la izquierda de dónde ella se encontraba, a una distancia prudente pero aún así, cerca del rubio patriarca.

¿Ven a lo que me refería con que Alice estaba más interesada que el mismo Carlisle?

Carlisle me miró, la intensidad en sus pupilas estaba ahí, no las veía, pero sabía que me observaba minuciosamente.

Carraspeé incómoda en cuanto sentí su mirada por más tiempo de lo que yo consideraría apropiado.
Admitía que esperaba que me viera de esa forma, lo ansiaba.

Pero yo no lo miraría, ni por un segundo lo haría.

𝗙𝗮𝗹𝗹𝗶𝗻𝗴 𝗳𝗼𝗿 𝘆𝗼𝘂 | 𝐂𝐚𝐫𝐥𝐢𝐬𝐥𝐞 𝐂𝐮𝐥𝐥𝐞𝐧 |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora