𝗙𝗮𝗹𝗹𝗶𝗻𝗴 𝗳𝗼𝗿 𝘆𝗼𝘂 | 𝐂𝐚𝐫𝐥𝐢𝐬𝐥𝐞 𝐂𝐮𝐥𝐥𝐞𝐧 |

Capítulo catorce

-Sí, es él.- me levanté tomando mi bolso.

-¿Por qué no dijiste nada?- siguió levantándose igual.

-Me esperan afuera, gracias chicos.- les sonreí y camine pegada de Anne a mi lado tomando mi mano.

Ellos igual sonrieron y se dispersaron.

-No te dije nada por qué casi no hablo con él.- hablé haciendonos espacio entre la gente.

-No parece.- ya estábamos al frente de la puerta saliendo.

-Prometo contarte bien cuando no sienta que el piso me da vueltas o tenga ganas de vomitar cada que hablo.- le dije cuando ya estábamos afuera.

Ví el auto negro polarizado al frente de la casa y como el rubio bajaba de él, acercandose.

-Me alegra ver qué estás bien.- dijo abrazándome en cuanto estuvo frente a mí.

Anne aún estaba tomada de la mano conmigo.

-¿Por qué hueles como si...?- habló en cuanto se separó.

-Anne, gracias en verdad ¿Te veo el lunes?- le sonreí ignorando al hombre frente a mí.

-Sí, hasta luego.- sonrió y entró a la casa nuevamente.

Voltee la mirada hacia Carlisle.

-¿Te ayudo?- me dijo viendo cómo caminaba tropezandome con mis propios pies.

-No, estoy bien.- el rió en cuanto lo dije, le dí una mala mirada mientras él abría la puerta del auto para mí.

Subió en cuando yo ya estaba acomodada en el asiento y comenzó a manejar rápidamente, lo cual me hacía sentir más náuseas.

-Hueles a alcohol.- me dijo con la vista fija en el camino.

-Me pregunto por qué será.- respondí, tomándome de la recargadera de la puerta.

-¿Te drogaste?- cuestionó de repente, a lo cual no respondí.

A este punto no estaba segura de muchas de mis acciones pero creo que el que yo viera los árboles como ondas podía responder su pregunta, aunque podría ser el alcohol.

Llegamos al frente de su casa y me baje rápidamente sin esperar a que él abriera la puerta por mí.
No toqué y solo entre a la casa, recordando donde estaba el baño de la primera planta, para mi suerte Alice ya había abierto la puerta por mí y me agache a vomitar, después de haber vaciado todo y sentir un terrible ardor en la garganta me di cuenta de que Alice estaba a lado sosteniendo mi cabello.

-Gracias.- le dije sentándome en el suelo.

-¿Estás bien? Tuve una visión y...- no continúo porque la interrumpí.

-Estoy bien, muchas gracias.- le sonreí, por eso Carlisle había llamado.

-Siempre puedes hablar conmigo, lo sabes ¿No?- me dijo tomando de mis hombros

-Lo sé, eres una amiga genial.- sonrió pero hizo una mueca inmediatamente.

-¿Por qué hueles tan raro?- se alejó un poco.

No contesté y solo me miró.

-Puedes tomar un baño y Alice te prestará algo de ropa.- dijo Rose entrando sin que lo notara con una toalla limpia en su mano, extendiendomela.

-Son muy buenas.- dije arrastrando la "a" mientras tomaba la toalla.

-Lo sé.- dijo ella antes de que ambas salieran y Alice regresara con un cambio de ropa para después salir velozmente de nuevo.