𝗙𝗮𝗹𝗹𝗶𝗻𝗴 𝗳𝗼𝗿 𝘆𝗼𝘂 | 𝐂𝐚𝐫𝐥𝐢𝐬𝐥𝐞 𝐂𝐮𝐥𝐥𝐞𝐧 |

Capitulo veintiséis

Capítulo veintiseis: La charla. (Parte dos)

Algo que me gustaba de Karl era lo discreto y prudente que era a pesar de su revoltosa personalidad.
Eso era algo que agradecía enormemente en este momento.

-Gracias.- dije tomando el Kleenex que me ofrecía.- Ni siquiera sé por que lloro exactamente.- reí, aún limpiandome las lágrimas.

Él también rió.

-¿Entonces hay vários motivos?

-No lo sé, solo estoy agobiada.- en parte lo sabía, pero no dejaba a mi mente asimilarlo, simplemente quería reprimir mis emociones por un rato más, pero se estaban esforzando en salir.

El cielo comenzó a tronar, miré al pelinegro pero él ganó mis palabras.

-Debería irme ya.

-No quiero que una tormenta te atrape.- le sonreí y me quité la chaqueta que me había dado desde hace rato.

Él se la puso pero antes de subirse de nuevo a su vehículo, me habló.

-A veces es bueno dejar fluir las emociones, sacar todo lo que te guardas hasta quedarte seco, escribirlo, hablarlo, gritarlo o no sé.- reí ante el consejo.- sé que no suena bien, pero, quizá si lo haces sepas el por qué lloraste, te dará tiempo de pensar, a menos que solo te quieras agobiar de cosas y distraerte.

El rió ante su propio comentario, sabía que bromeaba con lo último.

Se puso su casco y se fué.
Yo dí un último suspiro y me metí a la casa.

Charlie no estaba y Bella probablemente seguía encerrada.
No quería interrumpir su soledad realmente, o al menos no ahora. Por qué verla sería hacer verdad todo.
Que Edward Cullen en verdad la dejó al medio del bosque y que Carlisle ni siquiera quiso verme y me abandonó en un mensaje de texto.

Le envidiaba eso, al menos Edward le dijo las cosas a la cara, al menos con Edward tenía una relación formal de la que todos sabían.

Volví a suspirar con cansancio.

No. No iba a pensar sobre esto.

Me adentre al baño a tomar papel y limpiarme las lágrimas de nuevo y a lavarme la cara.
Salí de este y ví la casa, quizá no era mala idea lo que decía Karl. Aunque no era enserio lo de distraerme, sonaba perfecto.
La casa estaba polvosa y desordenada, papá ha tenido mucho trabajo estos días y dudo que Bella quiera bajar a encargarse de los quehaceres.

El quehacer no me necesitaba pensando, también lo puedo usar como distracción.
¿Cierto?