𝗙𝗮𝗹𝗹𝗶𝗻𝗴 𝗳𝗼𝗿 𝘆𝗼𝘂 | 𝐂𝐚𝐫𝐥𝐢𝐬𝐥𝐞 𝐂𝐮𝐥𝐥𝐞𝐧 |

Capítulo veintiocho

Capítulo veintiocho: el claro del bosque.

Rápidamente la mañana se hizo presente, Anne seguía dormida a mi lado y yo solo estaba acostada sin moverme. No quería hacerlo.

El sonido de las aves, el viento moviendo las ramas de los árboles que rodean la casa, los pasos de papá en la sala, probablemente listo para irse.
Era la primera vez en semanas que disfrutaba la mañana, no tenía idea del por qué, pero me sentía en calma.

Sabía que papá entraría al cuarto para avisar que ya se va, pero que sobre todo cuidara de Bella.

"Toc toc"

Me tuve que levantar y abrirle, pude notar la extrañeza en su mirada al ver a mi amiga acostada en mi cama.

-No sabía que habías invitado a una amiga.- dijo incomodamente.- ¿Sí es tu amiga, verdad?

No pude evitar reír, ante el hecho de que sí se atrevió a preguntarlo y de su mirada más sorprendida que cuando Bella le dijo que andaba con Cullen.

-Si, es mi amiga, papá.- le confirme entre risas.

-Bueno, solo para decirte que ya me iba y asegúrate de que Bella coma.

- Sí, pa. Te quiero, que te vaya bien.

Él sonrió y sacudió mi cabeza de por sí despeinada.- También te quiero, hija.

- No le crea, señor ¡Soy su pareja! - gritó Anne en cuanto ya había cerrado la puerta para Charlie.

Ella soltó una risa y yo también.

-Al fin despiertas.

-Es domingo de levantarse tarde.

-¿Que quieres hacer hoy?

- Bañarme. - dijo en una mueca.

- La puerta al final del pasillo es el baño, aquí solo tenemos uno.- especifiqué con cierta gracia.- Puedes tomar de mi ropa.

[...]

Después de dejar la comida hecha para Bell, salimos camino a su auto.

Anne dijo que tenía algo especial para hoy planeado, que pensaba esperar pero yo estaba más lista de lo que ella imaginaba

Probablemente sea algo del equipo, finalmente un poco de reconocimiento por levantarme tan temprano.
Reí a mi propio pensamiento.

Así condujo para lo que parecía sin rumbo por más de veinte minutos, me comencé a interrogar el por qué parecíamos adentrarnos al bosque cada vez más.
Pero no le tomaba importancia, confiaba lo suficiente en Anne para saber que lo que fuera, iba a ser bueno.

- Y llegamos. - dijo finalmente; estacionando cerca de lo que parecía un pequeño claro, un lugar bastante retirado.

- ¿Vamos a recrear una escena de la princesa y el sapo o un día de picnic?

- Mejor que eso. - sonrió ampliamente. - No podía esperar más a este momento, desde que pisaste la escuela, o no, bueno, desde antes sabía que tenía que planear este día a la perfección y no sabes cuánto esfuerzo le he puesto.

La miré extrañada.- Solo me confundes más.

- Mi querida Lizzie. - habló aquella voz que reconocía solo en sueños.

- Sea lo que sea no me parece gracioso.- le dije arrastrando la última silaba.

- No debe ser gracioso.

Apareció esa ave, ese pájaro negro que no dejaba mi mente descansar.
Pensé que solo fue una etapa extraña pero esto cada vez estaba más raro.

¿Seguía soñando?

Comencé a pellizcar con fuerza mi brazo, incluso sangre un poco.

Pero seguía aquí.

- ¿Esto es real?