Capítulo diecinueve

12.1K 1K 90
                                    

Seguía el único camino que se encontraba cuyo rumbo era aparentemente misterioso, temerosa de la infinita oscuridad acechando al rededor. El viento sonaba a susurros que se perdían en el espacio que parecía inexistente.
El único rastro de luz que había era el camino, iluminando débilmente cada paso que daba.

A pesar de la fuerte ventisca y el desconocimiento podía sentir la calidez y familiaridad, como si fuese un lugar conocido, un lugar donde no corría peligro pero que me hacía temerle; así siendo que mi paso no fuese más que una caminata en un lugar extrañamente conocido.

Sentí topar con pared, una que realmente no estaba ahí pero que me hizo caer en el pasto descuidado.
Coloqué mi mano frente a mí, sintiendo la dureza del muro invisible.

-¿Sentiste dolor?- escuché detrás mío, voltee exaltada al portador de aquella voz escalofriante.

-¿A qué se refiere?- cuestioné en cuanto ví a la nada nuevamente, no parecía haber alguien.

-A tu muerte.- respondió un ave oscura igual que lo demás, posándose en mi hombro.

-¿Estoy muerta?- hablé aterrada.

No podía estar muerta, Carlisle llegó por mí.
Yo no podía estar muerta, no ahora.

-Solo por ahora.- aclaró viéndome con su ojo naranja, no parecía abrir el pico cuando hablaba.

-¿Que es este lugar?- decidí buscar respuestas, no sabía que ocurría.

El ave no respondió, solo se alejó de mí volando bruscamente haciendo que por reflejo cubriera mi rostro.

-¡Hey! no te vayas.- me levanté del suelo intentando seguirle, chocando nuevamente con el muro.- ¡Maldito muro!- exclamé sobando mi frente.

-No puedes atravesarlo todavía, no estas lista para ello.- el pájaro estaba nuevamente detrás mío, está vez en el suelo junto a mí.

-¿Por qué?- lo miré y no me contestó.- ¿Que hago aquí? ¿Lista para qué?- continúe, esperando a que me dijera algo mientras me levantaba del sucio suelo.

-Son cosas que tú tendrás que averiguar en su momento.- habló con simpleza.- Pero ahora tienes que volver. Te veré nuevamente, Elizabeth.- finalizó para comenzar a volar hacia mí, lo que hizo que retrocediera.

El camino parecía haber desaparecido por qué comencé a caer inmediatamente.
Me sentía aterrada y no paraba de gritar intentando sostenerme de algo, lo cual era en vano ya que no había nada que me ayudara a parar.

Comencé a ver una luz a lo lejos, sintiendo mi cuerpo apresurarse en su caída.
Cegada por los rayos que emanaba el agujero, cubrí mis ojos con fuerza, oyendo un molesto pitido en mi oído.
Dejé de caer pero en vez de haber chocado, sentí mi cuerpo flotar unos segundos y con muy poco sentido de la orientación comenzaba a abrir los ojos.

Veía borroso a primera instancia pero me esforcé por ajustar mi mirada, dándome cuenta que estaba en una habitación de hospital, sentí el frío del aire acondicionado erizando mi piel.
El pitido se hacía cada vez más leve hasta que deje de escucharlo.

-¡Liz! Estás despierta.- era la voz de Charlie.

Mire a su lado sin hablar, me sentía aturdida todavía.

-Estaba asustado de que no lo hicieras.- habló abrazándome fuertemente.

Lo ví de manera confundida ¿Cuánto había tardado en despertar?

-¿De que hablas?- pregunté ya que él se había separado.- ¿Cuánto llevo dormida?

-Una semana y media.

𝗙𝗮𝗹𝗹𝗶𝗻𝗴 𝗳𝗼𝗿 𝘆𝗼𝘂 | 𝐂𝐚𝐫𝐥𝐢𝐬𝐥𝐞 𝐂𝐮𝐥𝐥𝐞𝐧 |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora