𝗙𝗮𝗹𝗹𝗶𝗻𝗴 𝗳𝗼𝗿 𝘆𝗼𝘂 | 𝐂𝐚𝐫𝐥𝐢𝐬𝐥𝐞 𝐂𝐮𝐥𝐥𝐞𝐧 |

Capítulo veintinueve

Capítulo veintinueve: Dakaar

Los pocos rayos de sol que se filtraban por los pequeños huecos que dejaban los grandes árboles se reflejaban en la cristalina agua del pequeño claro, se veían unas cuantas rocas llenas de musgo.
Mi codo ardía y mis rodillas estaban lodosas.

Había intentado huir de tal escena, pero tropecé al instante al ser sujetada al suelo por unas ramas.

-Te dije que intentaría irse.- le dijo Anne al ave, ambos me veían fijamente.

Mi rostro empapado en terror estaba, mi cuerpo ahora estático se quedó tirado y la mente me daba vueltas con tantos recuerdos conectandose.

-No te haremos daño.- habló nuevamente la pelinegra, a quien ahora veía como una extraña.

-Prometo no decir nada de esto, ni una palabra. Déjenme ir, por favor.

-Elizabeth, escucha lo que te diremos y después podrás irte si quieres.

-Niña tonta.- habló el ave en voz alta y rígida.- tonta, tonta, tonta.

Se acercó rápidamente a mí y su ojo vió fijamente al mío.

- ¿Es que aún no te has dado cuenta?

- ¿Darme cuenta de qué? - mi voz salió en un hilo, apenas audible.

Tenía miedo.

- Has sido votada por las estrellas y elegida por la luna, tú pequeña humana, tendrás la conexión universal que tus hermanas han portado por siglos, con el respaldo de la madre naturaleza como testigo y protectora; hoy y para siempre.- declaró, con su imponente silueta.

Solté una carcajada.

- ¿De qué demonios hablas?

Ví a Anne, ya estando más tranquila.

- Me estás gastando una broma, ¿cierto?

Sus rostros eran serios, un tanto inexpresivos.

- Liz, me tomó muchos años finalmente poder encontrarme contigo, Dakaar habló de tu llegada desde hace casi un siglo.- ella hablaba segura de sus palabras, pero mi rostro no le creía.- Una compañera finalmente ¿No te das cuenta? Seremos capaces de mucho estando juntas, viajaremos y reestableceremos el orden natural.

¿Dakaar? ¿Orden natural?

Anne estaba en drogas y probablemente me drogó también, antes de venir aquí.

Digo, sí, creo en lo sobrenatural.
Mi ex (si es que le puedo decir así) era un vampiro, y la tribu vecina tiene metamorfos, pero esto es demasiado.
DEMASIADO.

Al menos mi terror había desaparecido, no puedes escuchar tremendo discurso y seguir tomando esto enserio. ¿No?

-Cambias tus pensamientos demasiado rápido.- dijo el ave negra.- Yo soy Dakaar.

- Te queda bien el nombre.- le dije levantándome y sacudiendo mi ropa.

- Anne te explicará mejor, yo no tengo tiempo de tales tonterías.

Desapareció entre las nubes en un simple parpadeo.
Anne se acercó y me dió una sonrisa un tanto culpable.

- Perdón por hacerte caer.

Le reste importancia con un gesto.

- ¿A qué se refiere el ave?

- Dakaar.

- Sé cómo se llama, lo acaba de decir.

Ella suspiró con una sonrisa.
Tomó mi mano y ambas nos acercamos a la orilla del agua, esta se removió circularmente y mostró lo que parecían siluetas hechas con las hondas que se provocaban.

-Desde el inicio de los tiempos, han existido mujeres con dones incomprensibles para las explicaciones humanas y sus ciencias, se les han creído ninfas, deidades, espíritus de bosque, pero popularmente cómo brujas. No somos nada de eso y nuestras intenciones nunca fueron puramente malas.- hizo una pausa viendo a sus propios movimientos en el agua.- Cuando la cacería de brujas se hizo popular hace unos tantos siglos, mi abuela fue acusada de cometer hechicería y toda la familia huyó, pero nos emboscaron rápidamente.

Ví las figuras y deduje lo que sucedió, voltee a verla y su semblante oscureció.

- Yo pude huir al bosque, pero el resto de mi familia no. Ahí fue cuando Dakaar me encontró.