YOU

Capítulo 8

Harry no apartó la vista de los desesperados ojos de Louis, no sabía que decir ahora que sabía que probablemente se sentía igual que él.

–¿Por qué crees que fui a los vestidores? —preguntó Louis en un susurro— Porque te necesitaba, necesitaba tu calma.

Se acercó un poco más a Harry haciéndolo tragar saliva con dificultad mientras lo observaba.

–¿Por qué me hiciste esto, Harry?

–Yo no he hecho nada —fue lo único que pudó emitir Harry y el castaño negó con la cabeza.

–Es que ese es precisamente el problema —dijo Louis acercándose peligrosamente a Harry, quien no hizo lo más mínimo por apartarse—. Que aparentemente no has hecho nada, pero no tienes idea lo que tú simple presencia me provoca.

Harry no sabía como tomar sus palabras y eso lo hizo retroceder un paso, pero cuando el ojiazul siguió hablando su corazón se aceleró justo como la vez que lo besó.

–Por alguna razón que desconozco me das paz —susurró sin moverse y ahora fue Harry quien se acercó—. Y me jode no saber de que carajo se trata porque apenas te conozco y no...

–Y no serías el único —le interrumpió Harry a peligrosos centímetros de él—. Tú me das seguridad, por alguna razón que desconozco me haces sentir seguro.

El olor a tabaco nunca había sido del agrado de Harry, pero en ese preciso momento, el olor que se colaba en sus fosas nasales era satisfactorio, porque le dejaba saber que Louis estaba muy cerca de él.

Esta ocasión fue Harry quien se permitió acariciar los labios del mayor suavemente esperando ser correspondido, cosa que Louis no dudo ni un instante.

–¿Por qué haces esto? —susurró Louis en sus labios sin apartarse por completo de Harry— ¿No te das cuenta de lo que puede pasar?

Harry estaba consciente de lo que podría pasar. Pero increíblemente no le importaba, no le interesaba nada que no tuviera que ver con Louis, porque era cierto, a pesar del corto tiempo y la poca comunicación entre ellos hasta el momento, Harry se sentía seguro junto a él.

–Dime que lo sabes, Harry —insistió.

Se mantuvo en silencio evadiendo la pregunta de Louis y las respuestas que tenía para darle, pero el mayor lo sorprendió respondiendo por él algo que ni siquiera se le había ocurrido.

–Me voy a terminar enamorando de ti —murmuro el mayor mirando fijamente los ojos de Harry—. Y quiero pensar que esto que siento ahora no significa eso.

–No sé que sientes —habló por fin—, pero te aseguro que yo ya me estoy enamorando.

Por primera vez Harry había logrado sacar una sonrisa pura y sincera a Louis. No como el día que hicieron el trato, una sonrisa que se debía a Harry, y podía asegurar que era la sonrisa más bonita que había visto en su vida.

Volvieron a unir sus labios y se separaron hasta que comenzaba a hacerles falta el oxígeno. Esta vez se distanciaron más y cuando sus miradas chocaron ambos las desviaron nerviosos.

Louis se sentó en el piso recargado contra la pared y le hizo una señal a Harry para que hiciera lo mismo junto a él.

–Peleas bien —dijo Harry buscando tema de conversación.

–Gracias, pero no me gusta mucho hacerlo.

–Tienes una academia de boxeo, pero no te gusta boxear —indicó con diversión y rieron un poco—. Eso es nuevo.

–La academia la fundó mi padre —explicó—, así que no tenía opción más que seguir sus pasos y hacerme cargo de lo que le tomó años construir.