Capítulo 15

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La pregunta sin duda tomó por sorpresa al rizado, no obstante sonrió analizando aún las palabras recién emitidas por Louis.

–¿Novios? —preguntó con emoción y asombro.

–Sí, ya sabes —respondió Louis con mucho más nerviosismo—. Es esa palabra que utilizan para formalizar algo, porque sería extraño que hagamos este tipo de cosas y no le pongamos un nombre, ¿no crees?

Harry sonrió y no le fue posible al menos responder porque Louis seguía hablando muy nervioso.

–Es decir, solo es una propuesta que cómo a todo, puedes decir que no si crees que aún no debemos formalizarlo de esa forma o puedes decir que sí, depende de cómo te sientas tú.

–Sí, sí quiero —respondió el rizado con una amplia sonrisa.

–Entiendo si crees que es muy pronto pero yo creo que estamos listos, ya que el sentimiento es mutuo —Louis continuó parloteando—. Sin embargo, sé que será difícil para ambos, pero no quiero que te sientas presionado por nada, lo llevaremos con calma y yo...

–¡Lou! —exclamó Harry interrumpiendo al mayor al sacudirlo un poco por los hombros— He dicho que sí, sí quiero ser tu novio.

–Santo cielo, no creí que esto sería tan fácil y difícil a la vez —dijo Louis aliviado.

Ambos rieron un poco antes de que el rizado tomara la cara de Louis entre sus manos y lo acercó a él.

–Somos novios, Lou —susurró dejando un corto besito es los labios de su entrenador.

–Lo somos, Hazz. Y ahora yo te voy a cuidar —aseguró el mayor—. No importa lo que tenga que arriesgar, quiero mantenerte a salvo de todo, mi niño.

Y una vez más Harry confirmó que estaba tomando la decisión correcta. No podía sentir que estaba haciendo algo malo porque Louis solo sabía hacerle sentir que todo estaba bien, que no importaba nada además de la felicidad de ambos y para Harry eso era lo importante, porque nunca antes se sintió tan feliz como hasta entonces.

Ambos chicos se mantuvieron en silencio nuevamente, disfrutando la presencia del otro mientras Louis acariciaba los rizos de Harry, quien reposaba la cabeza en las piernas del mayor.

Louis miraba el agua del río correr, mientras Harry admiraba la imagen del mayor, que desde ese ángulo era simplemente perfecto, aunque para él, Louis era arte por el simple hecho de existir.

–¿Que hay de ti? —preguntó Louis de la nada— Dime algo que casi nadie sepa, te he contado toda mi vida y sé parte de la tuya, pero quiero saber más.

–No hay mucho que saber de mi —dijo restándole importancia—. Mi vida es simple y aburrida.

–No lo creo, así que vamos, dime algo —siguió insistente.

–Mi hermana sabe la mayoría de cosas sobre mí —dijo con una sonrisa—. Ella era la única con la que podia contar antes de ti, pero aún así a veces no podía hacer mucho, ambos tenemos que ocultarnos las cosas para que papá no sepa nada.

–Tu hermana es una maravillosa persona —dijo Louis con una sonrisa—. Se preocupa mucho por ti y porque estés bien.

–Sí, lo hace, incluso...

Harry guardó silencio y pensó lo que estaba a punto de decir antes de continuar, pues temía que Louis lo juzgara o se burlara de él, aunque no lo haría, ¿o sí?

–¿Incluso qué? —preguntó Louis inquisitivo.

–Mi hermana me deja que me pinte las uñas —dijo en voz baja—. Me gusta ver mis uñas con esmalte y... no sé, creo que se ven lindas las manos así.

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