Capítulo 25

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Harry admiraba a Louis en ese traje negro que lo hacía lucir magníficamente bien, pues ahora comprendía una de las ventajas de ser novio del entrenador... Louis podía ir luciendo así de bien, y era solo de Harry.

Estaban a punto de dirigirse al lugar de la pelea. Todos estaban realmente nerviosos, pero ni siquiera Harry estaba tan asustado como Louis. O al menos eso demostraba, ya que Harry solo estaba ahí, parado en fila junto a sus compañeros, esperando a que Louis terminara su cigarrillo para dar indicaciones.

–La palabrería nunca ha sido lo mío —dijo con firmeza—. Así que solo vayan ahí y peleen lo mejor que puedan, den el doscientos por ciento de ustedes porque el cien nunca es suficiente. Si pierden, no se preocupen, no es el fin del mundo —dijo parándose frente a Harry—, ya veremos cómo lo solucionamos.

Harry bajó la mirada al sentir la de Oliver analizando la situación, para después mirarlo y sonreírle.

–Luke conoce tus movimientos, Oliver —dijo dirigiéndose al pelinegro—. Y crees que tú conoces los suyos pero los habrá cambiado, así que espero que vayas preparado para eso.

Oliver asintió y Louis terminó su cigarrillo apagándolo en el suelo.

–Serán tres peleas, una cada semana, así que si al menos tres de ustedes pasan a la siguiente categoría en la primer pelea, ganamos automáticamente —informó—. ¿Alguien además de Harry tiene dudas de las reglas y cómo funciona esto? —silencio, nadie dijo nada, por lo que Louis continuó— Bien, entonces vámonos.

Todos subieron al auto de Louis, metiendo sus mochilas a la cajuela. El entrenador condujo y Harry subió al asiento de adelante casi por instinto, haciendo que sus compañeros subieran en la parte de atrás.

Nadie habló en el transcurso del camino hasta que llegaron al pequeño estadio que ya estaba adaptado para la pelea. Familiares y amigos de los boxeadores ya se encontraban en las gradas. Harry buscó con la mirada a sus padres y hermana, no le fue difícil encontrarlos, pues por supuesto que Robin quería ver pelear a su hijo en primera fila.

Todos se adentraron a los vestidores, en donde inevitablemente se encontraron con los integrantes de la academia Malik. Louis se tensó apenas chocaron miradas y pareció volver aquel hombre con aires de superioridad y seguro de sí mismo, o tal vez, nunca se fue, solo estaba escondido.

Zayn y Louis no cruzaron palabra, pero Harry sabía que Louis había estado a punto de hablarle, decirle algo, por simple que fuera.

–Todos, vayan al área de calentamiento y prepárense —ordenó Louis—. Los quiero listos para cuando les toque, no quiero estar detrás de ustedes.

Todos obedecieron, y como siempre, Harry fue el último en estar a punto de salir, pero Louis lo detuvo.

–Tú... espera —Harry obedeció y se acercó un poco—. Esta no es una pelea profesional, así que no tienes mucho de que preocuparte, las reglas son un poco diferentes.

–De acuerdo —fingió tranquilidad.

–Son doce rounds, cada uno de dos minutos con un minuto de descanso entre ellos —le explicó—. Tienes diez puntos al iniciar cada round, según cómo lo evalúen los jueces, uno de los dos pierde un punto en cada round, pero si alguno de los dos es derribado tendrá automáticamente ocho puntos en ese round, si es derribado dos veces disminuye a siete y el otro mantiene sus diez.

–¿Y si alguno noquea al otro?

–Nos olvidamos de los puntos, el que este derribado tiene diez segundos para levantarse en cualquier circunstancia, si no lo hace, obviamente gana el otro.

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