El nuevo país americano les había ajustado bien. Zayn logró que una prima de Liam les ayudara a conseguir un departamento amueblado para rentar y no tardaron en acoplarse al estilo de vida que conllevaba estar en esa ciudad. Dos semanas fueron suficientes para que Louis pudiera comprar un auto, que por supuesto pagaba mensualmente, además de la renta; esa fue razón suficiente para que los problemas comenzaran entre ambos debido a que Harry detestaba sentirse una carga para Louis, y Louis no toleraba ese tipo de comentarios.
–¿No piensas comer nada? —preguntó Louis mientras preparaba su cereal en la barra de la cocina.
–No tengo hambre —respondió el rizado con frialdad sentándose en el pequeño sofá.
–¿Hasta cuando estarás así? —preguntó el ojiazul cansado de la situación— ¿Crees que comportarte así por días mejorará algo?
–No sabes cómo me siento, así que no me juzgues, Louis.
–Harry, entiendo que todo esto es difícil para ti... extrañas a Gemma y a tu madre, y el hecho de que yo pague los gastos no te hace sentir cómodo, pero no hemos tenido suerte de conseguir un empleo como tal y yo...
–¡No quiero ser un mantenido, Louis! —lo interrumpió con frustración— Tú siempre has sido muy independiente y yo también quiero serlo, junto a ti, pero no puedo seguir así.
–Es que yo no te exijo que cooperes, solo quiero que estemos bien, ahora soy yo quien se encarga, pero quizás mañana seas tú, ninguno sabe eso y para este tipo de cosas son las parejas.
–Sí, pero mientras tanto me quedaré aquí, estancado sintiendo que no he logrado nada con mi vida.
Louis se quedó callado al ver que Harry se puso de pie y tomó las llaves del departamento dirigiéndose a la puerta principal.
–¿A dónde vas?
–A respirar afuera... creo que es lo único que puedo hacer por mí mismo.
El rizado salió cerrando la puerta dejando a Louis con la palabra en la boca. Sabía que posiblemente se estaba comportando como un completo idiota, y que Louis no tenía la culpa, porque simplemente quería ayudarlo, pero esa sensación de sentirse insuficiente e incapaz de lograr algo por él mismo lo había vuelto a invadir después de tanto tiempo.
Comenzó a caminar por el vecindario, le gustaba vivir ahí; era tranquilo y la naturaleza abundaba como si se tratase de un bosque. Grandes árboles y jardines muy bien cuidados llenos de arbustos y flores le daban vida al lugar. Una señora gritando el nombre de alguien llamó su atención y decidió acercarse un poco para ver de qué se trataba.
–¡Dalila! —exclamó la mujer de aproximadamente 40 años mirando a la cima de un árbol no tan alto— ¡Dalila, ven aquí!
–Buen día —saludó el ojiverde—. ¿Está bien?
–Mi gatita subió al árbol y no logro hacerla bajar.
Harry miró la rama en donde la mascota de la señora reposaba sin intenciones de moverse y se amarró el cabello (ya bastante largo) con la liga en una pequeña coleta.
–Subiré por ella —dijo dispuesto a escalar el árbol.
–Ten cuidado, jovencito.
Subió al árbol y no le fue difícil tomar a la gatita entre sus manos. Algunas hojas y ramas se le enredaron entre el cabello y casi resbala estando a punto de tocar el piso, pero por suerte se detuvo y bajó sin más problemas para entregarle el minino a su dueña.
–¡Oh, muchas gracias! —exclamó agradecida la mujer— ¿Cómo puedo pagártelo?
–No es necesario —dijo restándole importancia.

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YOU
FanfictionHarry Styles era el único hijo varón del que su padre siempre ha estado orgulloso. Desde que era pequeño, Robin ha presumido que su hijo será el próximo boxeador legendario que pondrá en alto el apellido Styles; o eso era lo que pretendía. Louis, po...