El corazón de Harry latía con intensidad, no se comparaba a cuando se trataba de Louis, pero sabía que la adrenalina no se bajaría pronto.
Siguió a su entrenador hasta la esquina del cuadrilátero, en menos de dos minutos tendría que estar arriba.
Se giró hacia Louis y soltó un pesado suspiro, el mayor le ayudó a terminar de ajustarse las vendas y prosiguió con los guantes.–¿Listo? —le preguntó dulcemente.
–Sí —respondió lo más tranquilo posible, tratando de contagiar esa tranquilidad a su entrenador, aunque no era posible.
–Estás realmente nervioso, Harry.
–Lo estoy, pero estaré bien.
–Sé que sí... suerte.
Harry quería decirle que no la necesitaba si él estaba ahí, pero en ese momento sí necesitaba toda la suerte del mundo.
Tembló al escuchar su nombre. Subió al ring con inseguridad y miró a la distancia a sus padres y hermana. Su madre lucía preocupada, casi como Louis.
El tal Austin subió al ring y comenzó a trotar en su lugar. La chica que llevaba el número de rounds subió con el número uno y la campana sonó.
Harry se concentró en esquivar los golpes del chico durante los dos minutos completos, no tiró ni un solo golpe por lo que no gastó mucha energía. El segundo y tercer round hizo lo mismo, hasta que Louis le dió otra idea antes de comenzar el cuarto.–¿Cómo estás? —preguntó el mayor dándole su botella. Harry asintió en respuesta y retiró el protector bucal para poder beber un poco de agua— Bien, la técnica que has usado esta bien, pero necesitas cambiarla, el chico sabrá que no lo golpearás, así que es momento de que lo hagas. Esquiva los golpes y ataca.
Harry volvió a asentir y la campana sonó. Se levantó un poco agitado y se posicionó frente al chico pelirrojo. Esperó unos segundos, hasta que su contrincante atacó, esquivó el primer golpe y contraatacó golpeándolo exitosamente en las costillas. Los gritos de las personas lo motivaron, así que de pronto comenzó a atacar al chico golpe tras golpe, y cargó todo su peso contra él, haciendo que el réferi los separara.
Se movió de manera que quedó frente a Louis, le dió una mirada rápida y fue suficiente para ver que su novio colocó la mano en su pecho haciendo una mueca de dolor. Se distrajo y estuvo a punto de caminar hacia él, pero el golpe en su mandíbula lo hizo caer al suelo. El réferi comenzó a contar y Louis hizo su mayor esfuerzo por acercarse al ring y motivarlo a levantarse.
Harry se puso de pie apenas se repuso del golpe y atacó al pelirrojo sin parar, para terminar de una vez por todas con eso, hasta que ahora fue él quien lo tiró al suelo, pero al ver que el pobre chico no se movía, se asustó. La campana sonó y el chico seguía sin levantarse. Harry no pudo evitar recordar la historia de Louis, y sentirse en su lugar.
Louis lo tomó por lo hombros haciéndolo volver a la realidad, el entrenador Malik también subió al cuadrilátero y movió un poco a su alumno.
–Por favor, despierta —susurró Harry para él mismo.
Como si el chico lo hubiera escuchado, abrió los ojos y se movió lentamente intentando levantarse con la ayuda de su entrenador. El réferi levantó la mano de Harry adjudicándole la victoria, y ya procesado lo que estaba ocurriendo, sonrió.
Todos gritaban, algunos festejando la victoria de Harry y otros abucheando por la derrota de Austin; pero Harry estaba feliz. Había ganado y el chico estaba bien, le había demostrado a su padre que podía hacerlo, pasó a la siguiente pelea.
Miró a su familia; Anne y Gemma brincaban de felicidad, aplaudían y gritaban cosas que no podía entenderles por la distancia, en cambio Robin, simplemente aplaudía sin expresión en su rostro, frío, igual que siempre.
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YOU
FanfictionHarry Styles era el único hijo varón del que su padre siempre ha estado orgulloso. Desde que era pequeño, Robin ha presumido que su hijo será el próximo boxeador legendario que pondrá en alto el apellido Styles; o eso era lo que pretendía. Louis, po...