YOU

Capítulo 51

A Harry lo confundió el hecho de no ver el auto afuera de apartamento, sin embargo, entró buscando a su novio por todo el lugar.

–¡Louis! —se dirigió al baño y escuchó la puerta principal abrirse— ¡Louis!

El ojiazul apareció con un ramo de flores y frunció el ceño al ver el estado de su novio.

–¿Estás bien? ¿Porque tienes hojas en el cabello?

–No vas a creer lo que me pasó, hablé con una mujer que... ¿para qué son las flores?

De la emoción, Harry pareció olvidar que habían discutido y que fue por eso que salió. Louis mostró una sonrisa ladina y tomó las flores acercándose a su novio.

–Amor, lamento mucho lo que sucedió, no quiero que sigamos discutiendo por el dinero ni por nada más.

–¿Son... son para mí? —preguntó incrédulo al borde del llanto.

Louis asintió con una sonrisa y besó su frente cuando Harry tomó las flores.

–Sé que no justifica nada pero...

Harry hizo callar a Louis con un beso desesperado, como si tuviese días o meses sin besarlo, como si lo amara más que nunca.

–Gracias, mi amor —murmuró Harry con lágrimas en los ojos—, gracias por siempre hacer todo bien y quererme tanto... y perdóname por a veces comportarme como un tonto.

–No eres un tonto, bebito... no tienes de que preocuparte, te amo tal y como eres... incluso llorón.

Ambos sonrieron y Louis besó nuevamente a Harry antes de que el menor se alejara para poner sus flores en agua.

–¿Y qué era lo que ibas a decirme? —preguntó Louis con curiosidad.

–Ah, sí... nos conseguí un empleo.

–Vaya... eso es, asombroso. ¿En qué?

–Bueno, aún tenemos que hablarlo y confirmar si aceptamos, pero Romina dijo que...

–¿Quién es Romina? —preguntó aún más confundido.

–La mujer con quien trabajaremos... rescaté a su gatito y en agradecimiento me invitó a beber té y hablando surgió lo de...

–Harry... ¿de qué es el trabajo?

–Yo cómo modelo y tú cómo fotógrafo.

–¡¿Qué?! ¡¿Harry, te has vuelto loco?!

–Louis, es una buena oportunidad, no tiene nada de malo.

–Dime que aún no has aceptado.

–No lo hice, primero tenía que hablarlo contigo.

–Maravilloso, porque no lo haremos.

–¡¿Qué?! ¡¿Por qué no?!

–Harry, para empezar, no conocemos a esa mujer en lo absoluto...

–Louis, la conocí y reconozco que al inicio tampoco me dió buena espina, pero vi todos sus certificados de que es diseñadora de modas y trabaja para revistas y cosas de ese tipo.

–¿Y quien te asegura que no falsificó esos certificados y reconocimientos?

–¿Quien se tomaría el tiempo de falsificar todo eso? —preguntó casi divertido.

–Un asesino serial, tal vez.

–Ajá y va querer asesinarnos.

–¿Y para que revista trabaja?