YOU

Capítulo 33

Louis mantuvo sus ojos abiertos por el mayor tiempo posible, pero poco a poco el cansancio se estaba apoderando de él y sus ojos se cerraban de vez en cuando.

Anne había caído rendida y Louis le propuso irse a casa a descansar mientras él cuidaba de Harry. A pesar de no haberse movido de ahí casi para nada durante casi dos días, Louis sabía que Anne necesitaba dormir un poco y comer algo, para que después lo hiciera él mientras ella lo cuidaba.

Gemma les hacía compañía de vez en cuando pero Anne no permitía que se quedara a cuidar a su hermano. Robin apenas lo había visto un par de veces.

Los golpecitos en la puerta lo hicieron despertar y Niall se mostró junto a Oliver con una bolsa de ropa.

–¿Cómo está? —preguntó Oliver casi susurrando.

–Casi igual —respondió con resignación en un suspiro.

–¿Y si lo insulto un poco? —sugirió Niall— Últimamente me respondía cada vez que me burlaba de él, seguramente no se resistirá a defenderse.

Louis sonrió un poco, el cansancio apenas le permitía seguir pareciendo humano.

–Te trajimos algo de ropa —señaló Niall entregándole la bolsa en mano—, es mía, pero teniendo en cuenta de que no quieres ir ni a comer...

–Gracias.

–Y en serio, necesitas ducharte o algo —dijo Oliver—, si no cuando despierte creerá que un zombi se ha comido a su novio y no se atreverá si quiera a acercarse a ti.

Louis miró con asombro a Niall quien levantó ambas manos al aire.

–A mi ni me mires que yo no he dicho nada.

–¡Ay, por favor! —exclamó Oliver con diversión— Es un secreto a voces y todo el mundo lo sabe, además, si fuera yo el que está acostado en esa cama no hubieras estado aquí sin moverte por casi dos días completos.

–Por supuesto que sí —replicó Louis pero Oliver y Niall le lanzaron una par de miradas incrédulas—. Bueno, no todo el tiempo pero vendría de vez en cuando.

–Lo-Louis —escucharon un majestuoso y dificultoso susurró escapar de los labios del rizado—Louis...

El ojizul se acercó rápidamente a su novio y lo tomó de la mano esperando que volviera a hablar, y esta vez, sus ojos se abrieron poco a poco, mientras que los de Louis se llenaban de lágrimas.

–Harry –susurró con emoción—. Estás bien, mi amor, lo estás.

–Llamaré al doctor —anunció Niall saliendo de la habitación.

Louis le hizo una llamada rápida a Anne para avisarle que su pequeño hijo había despertado y en menos de veinte minutos ya estaba ahí junto a Gemma.

El doctor revisó al rizado y cuando recuperó un poco de fuerzas se fueron Niall y Oliver. Louis les prestó las llaves de la academia para que entrenaran y cuando volvió a la habitación ya estaban Gemma y Anne tratando de convencer a Harry de que comiera un poco.

–¡No quiero, tengo asco!

–Harry, tesoro, no hagas esto más difícil y come ya, por favor —Harry negó con la cabeza y al mirar a Louis pareciera que se convertía en otra persona, ya que esbozó una enorme sonrisa y Anne lo utilizó a su favor—. Louis, ¿te importaría ayudarme con esto un poco?

–Por supuesto —dijo con una sonrisa y tomó el plato de gelatina en sus manos— Abre la boca que ahí viene el avión...

—Ni creas que voy a...