Capítulo 43

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Harry besó los labios de su novio, y se vió obligado separarse únicamente debido a que dos camilleros entraron a la habitación.

–Joven Louis Tomlinson, ¿está listo?

–Eso creo.

Subieron a Louis a la camilla y Harry tomó la mano de su novio fuertemente, caminando junto a él hasta que el camillero le indicó que no podía pasar a la siguiente área.

–Te veré, afuera —prometió el entrenador antes de que ambos camilleros continuaran caminando.

Harry regresó a la sala de espera, en donde se encontraban Anne, Gemma, Oliver e iba llegando Zayn junto a Liam; incluso Jack entró cuando ya estaban todos ahí.

–¿Es cierto? —preguntó Jack posicionándose frente a Harry— ¿Niall, murió?

Harry sintió la mirada de todos los presentes y comenzó a llorar al tiempo que asintió, pero lo confundió ver que Jack comenzó a reírse; estaba drogado.

–Era mi amigo —dijo entre risas y llanto— y tú lo mataste.

–¿Qué? ¡No!

–Sí, tú lo odiabas y por eso lo mataste.

Jack le soltó un golpe a Harry, que como siempre, esquivo exitosamente. Liam y Oliver sujetaron a Jack arrastrándolo fuera del hospital. Harry no podía darse el lujo de pelear con Jack, mucho menos porque estaba drogado; tenía que estar al pendiente de lo que dijeran respecto a Louis.

Liam y Oliver volvieron, sin embargo, las palabras de Jack taladraron su mente y prefirió aclarar las circunstancias.

–No me llevaba bien con él —habló de pronto— y últimamente estábamos siendo amigos... todos aquí saben que yo no le haría daño, ¿no?

–Harry, todos sabíamos lo pesado que podía llegar a ser Niall —dijo Oliver con un nudo en la garganta—, pero también sabíamos que tenía un gran corazón, y que al igual que tú, jamás le haría daño a nadie.

Harry asintió y se reconfortó en los brazos de su hermana. El doctor de Louis llegó dándoles un anuncio que los pondría a todos a pensar en algo que nadie había considerado.

–Buenas noches, disculpen, pero necesito la autorización de un familiar para dar inicio a la intervención.

Todos se miraron unos a otros, nadie sabía cómo solucionarían eso, no obstante, Harry dijo algo que evidentemente nadie esperaba.

–Yo soy su esposo.

El doctor le entregó los papeles a Harry y firmó sin pensarlo dos veces, claro está que leyó rápida y atentamente todo lo que decían, al finalizar el doctor agradeció y estuvo a punto de irse, hasta que la voz de un hombre se lo impidió.

–¡Alto, doctor! ¡Yo soy su padre!

El hombre de anteojos que había visto en el comedor del hospital llegó de pronto. ¿Cómo no se había dado cuenta? Era muy parecido a Louis, aunque eso no tenía nada que ver con el parentesco, muchas personas se parecen sin ser nada.

–Lo lamento, señor —se disculpó el médico—, pero por ley, el esposo o esposa del paciente tiene la decisión, en ausencia de ellos, sí son los padres. Ahora, si me disculpan... les dejare saber cuando hayamos terminado.

El doctor se fue, y todos miraron al hombre, que después de tantos años de no saber nada de él, decía ser el padre de Louis.

–Con que tú eres el esposo de mi hijo —dijo haciéndole frente a Harry—. Yo soy Mark, el padre de Louis.

–¿Su padre? —preguntó con un toque de sarcasmo— ¿El que desapareció de la nada y dejó a su hijo con una responsabilidad que él no quería tomar?

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