YOU

Capítulo 39

Gemma se quedó congelada al escuchar las palabras de su hermano y no supo que decir.

–Lo lamento, joven, pero no es así de fácil —explicó el médico—. Para saber si es compatible con el paciente necesita hacerse una prueba y otras más para asegurarnos que sus pulmones están en buen estado.

–Hágalos entonces —exigió—, dígame a dónde tengo que ir.

–Al laboratorio, me temo que está cerrando, pero podrá ir mañana en la mañana.

–Aguarde, ¿entonces yo también me puedo hacer esos estudios? —preguntó Gemma.

–Sí, por supuesto. Y bueno, eso sería todo por el momento, mañana a primera hora prepararé la orden para sus exámenes, con permiso.

–Gracias, doctor —agradeció Gemma y cerró la puerta con la mirada de Harry sobre ella—. ¿Qué?

El rizado tomó la mano de su hermana y la jaló hasta afuera de la habitación para salir también cerrando la puerta. No quería que Louis los escuchara, aunque estuviera aparentemente dormido.

–No vas a hacerte esos estudios —indicó el menor con autoridad.

–¿Por qué no?

–No dejaré qué...

–¿No dejarás que yo done pero lo harás tú?

–¡Gemma, es mi novio, es mi responsabilidad!

–No, no la es, pero tomas la responsabilidad porque lo quieres y eso es muy diferente —Harry se quedó callado y analizó el semblante serio de su hermana—. Si haces algo por alguien que quieres, nunca le digas que es tu responsabilidad, porque si algo malo te pasa, se sentirá responsable... y las cosas no son así.

–¿Te ha pasado eso? —preguntó suavemente con preocupación— ¿Alguien te ha hecho sentir responsable de algo que no era tu culpa?

–Harry, he cuidado de ti más de lo que mamá y papá han hecho —dijo con unas cuantas lágrimas—, y por años, no hubo un solo día en que no me recordaran que era mi responsabilidad cuidarte, ser tu ejemplo a seguir y me sentía con la enorme obligación de ser tan correcta en todo, creía que si yo me equivocaba lo ibas a hacer tú y los errores siempre traen consecuencias, no quería que tú sufrieras porque si así era, habría sido mi culpa... muy tarde comprendí que no era así, tú nunca fuiste mi responsabilidad, yo cuidaba de ti porque te amo y porque quería hacerlo, no porque fueras mi responsabilidad.

–Gemma, yo... no tenía idea de que...

–No tienes de que preocuparte, ya no vivo ahí, me fui de la casa

–¡¿Qué?! ¡¿Por qué?! ¡¿A dónde?'

–Cuando te fuiste, papá me culpó por haberte hecho "muy niña" —dijo rodando los ojos—. Me gritó, le grité, no recuerdo exactamente cómo fue todo, pero le dije que prefería mil veces la persona en la que te estabas convirtiendo a que fueras un machista de mierda cómo él... y no es mentira, estoy muy orgullosa de ti.

Harry abrazó a su hermana, sintiendo el incondicional apoyo de siempre. La calidez familiar que ella le brindaba llenaba todo lo que sus padres se habían reservado para él.

–Conseguí una beca completa en la Universidad de Modas de Londres —soltó de pronto—, así que me están pagando la renta de un departamento cerca de ahí.

–¡Eso es maravilloso, Gemma! —exclamó con felicidad— ¡Felicidades!

Harry volvió a abrazar a su hermana y por ese pequeño instante, olvidó por lo que estaban discutiendo.