Capítulo 36

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Un militar le indicó a Harry cuál sería su cama, aún observando a todos y todo a su alrededor, dejó la pequeña mochila con ropa sobre su cama.

Un chico castaño, relativamente delgado y de cejas pobladas sentado en la cama de al lado, le sonrió.

–Te recomiendo que guardes bien tus cosas, a veces pueden ser unos cretinos y esconderlas.

Harry sonrió en agradecimiento, sonrió sin saber cómo había sido eso posible y sacó la foto de Louis de entre su ropa y la guardó en su pantalón.

–Me llamo Andrew —se presentó ofreciéndole su mano.

–Harry —respondió tratando de ser amable y aceptó su saludo.

–No quiero ser indiscreto, pero vi que guardaste una fotografía en tu pantalón —comentó negando con la cabeza y abriendo el pequeño libro entre sus manos, mostrándole una foto de una chica—. Será mejor que la guardes algo así, eso si quieres consérvala, en el campo son unas bestias y no creo que te dure demasiado.

El chico sacó un cuadernillo pequeño de pasta negra y se lo entregó. Harry lo abrió y lo hojeó; estaba limpio.

–Guárdala ahí, yo no lo necesito.

–Gracias.

Harry sacó la foto de su bolsillo y la metió rápidamente entre las hojas; guardó el cuadernillo debajo del colchón y se sentó nuevamente en la cama.

–¿Y por qué te enlistase? —preguntó Andrew tratando de entablar conversación.

–Yo no me enliste, mi padre lo hizo.

–Oh... supongo que no quieres estar aquí entonces... lamento eso.

–Yo también.

Después de unos segundos Harry razonó el tono con el que estaba respondiéndole al chico y se sintió mal. Él estaba siendo amable y Harry se estaba comportando como un tonto, ¿pero cómo más podía actuar ante la situación que estaba viviendo? ¿Cómo podría ir sonriendo si le habían arrebatado todo lo que tanto había querido?

Cómo quiera que fuera, Andrew no tenía la culpa.

–¿La chica de lo foto es tu novia? —preguntó con curiosidad.

–No —Andrew sonrió y sacó la foto de la chica de entre el libro para mostrársela—, es mi esposa —dijo con orgullo.

Esposa. Harry sonrió y vio la foto con detenimiento.

–Es linda —dijo con educación.

–Sí, lo es. ¿Qué me dices de ti? ¿Tienes novia o alguna chica que te traiga loco?

Harry bajó la mirada y no supo que decir por un momento; después lo razonó y mandó a la mierda cualquier pensamiento negativo de su mente, sacando ahora él la foto de Louis besándolo en aquella cabina.

–No —respondió mostrándole la foto y ahora fue Andrew quien la miró con detenimiento—, novio... que me trae loco.

Harry estaba dispuesto a tolerar alguna burla, no le importaba, si quería gritarle al mundo que Louis era suyo, tendría que comenzar por algo.

Lejos a la reacción que esperaba, Andrew sonrió y le devolvió la foto.

–Es lindo.
















Era jueves, ya habían pasado dos días desde que Harry se había ido y Louis no había salido de su habitación más que una sola vez para tomar un baño.

Escuchó a Niall y Oliver llegar, pero no se molesto en salir, como los días anteriores, los dejó que entrenaran sin dejarles saber que se encontraba ahí; él estaba ocupado llorando mientras miraba todas las fotografías que había impreso de él y Harry. Imprimió todas y cada una de las fotos de esa cámara en las que salía él, solo para ver su rostro y sentir que su amor aún se mantenía en algún sitio.

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