Capítulo 32

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La pierna de Louis se movía con nerviosismo arriba y abajo. Esperaba a que el doctor saliera a darles noticias sobre el rizado y parecía que tenían esperando al menos quince horas, cuando a penas llevaban veinte minutos ahí.

–Familiares del joven Styles —anunció el hombre de bata blanca con algunos papeles en la mano.

Los padres de Harry, Gemma, Oliver, incluso Niall y por supuesto, Louis, se pusieron de pie y se acercaron al doctor.

–¿Cómo está mi hijo, doctor? —preguntó Anne con preocupación.

–Estable, sigue inconsciente debido a que tiene una contusión en el cerebro, pero no es grave; con suerte despertará mañana o pasado, tal vez cuando lo haga estará algo confundido o no recordará algunas cosas, pero estará bien.

Todos suspiraron aliviados y Louis se sentó en una de las sillas colocando ambas manos sobre sus ojos y comenzó a llorar.

–¿Podemos verlo? —preguntó Anne esperanzada.

–Sí, pero solamente una persona a la vez.

Anne agradeció y se apresuró a entrar a la habitación en donde se encontraba su hijo mientras Robin seguía a su esposa y Oliver junto a Niall se acercaban a despedirse Louis.

–¿Te quedarás? —le preguntó Oli.

–Sí, no puedo irme.

–Avísanos cualquier cosa —pidió amablemente y Louis asintió limpiándose un poco la cara.

–Vendremos mañana —aseguró Niall.

Ambos chicos se fueron y Gemma terminó por acercarse a Louis con un par de cafés, dándole uno a él y tomando cuidadosamente del suyo.

–Gracias —dijo el castaño aceptando el café.

–Debió hacerte caso —mencionó Gemma tomando asiento junto a él—. No tenía que haber peleado.

–No fue su culpa.

–Lo sé, pero si tan sólo...

–Gemma, está bien... no quiero saber lo que pudo haber sido porque no será. Él ahora está ahí y no me voy a mover de aquí hasta que salga caminando sano y salvo.

–Harry tiene mucha suerte de tenerte, ambos la tienen.

–Yo soy el único realmente agradecido con la vida por dejarme coincidir con él —dijo con la vista perdida—, y nunca voy a permitir que me lo arrebaten de esta forma, siempre voy a cuidar de él.

Eso le había parecido a Gemma lindo, pero amenazante a la vez, por lo que antes de que pudiera incluso preguntar al respecto, Louis se levantó de golpe dejando el café en el suelo y Gemma lo imitó.

–¡¿Qué mierda hacen ustedes aquí?! —espetó caminando hacia Liam y Zayn, quienes se dirigían hacia él— ¡¿No están contentos ya?! ¡¿Qué más quieren?! ¡¿Asegurarse de que está muerto?!

–Louis... —habló Gemma tratando de tranquilizarlo.

–Lo lamento —dijo Liam apenas audible con lágrimas en los ojos—, yo no quería que esto pasara. Me grada Harry, fue solo un mal golpe, juro que no lo hice...

–¡LARGO DE AQUÍ AHORA! —gritó el ojiazul realmente molesto.

–Espérame afuera, Liam —ordenó Zayn con la vista fija en Louis.

–Zayn, no...

–¡Espérame afuera! —repitió.

Liam bajó la mirada y se retiró dejando a su novio con el entrenador Tomlinson. Sabía que eso no acabaría bien, todos lo sabían.

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