Capítulo 36

6.6K 1.1K 676
                                    

(intenté poner un gif pero no me carga😭)

Luis

Esa semana comenzamos a creernos que de verdad éramos famosos por dos motivos: primero, nos presentaríamos en Rock in Rio, uno de los mejores festivales de música del mundo; segundo, nos habían asignado un guardaespaldas.

Esto último lo habían hecho como medida de seguridad cuando le dijimos a Led que queríamos conocer Río de Janeiro. Según nuestro equipo y los mismos organizadores del evento, Río era una ciudad muy peligrosa. Pues Buenos Aires también lo era y jamás nos habían asignado personal de seguridad 24/7.

Era rarísimo tener a Thiago, nuestro guardaespaldas, siempre con nosotros. Incluso intentábamos ofrecerle cervezas porque sentíamos un poco de lástima que él solo tuviera que estar ahí, de pie, como una sombra junto a nosotros. Por supuesto que Thiago siempre rechazaba nuestras propuestas porque durante sus horas de trabajo no podía beber alcohol.

Habíamos recorrido los principales puntos turísticos de la ciudad y llenado nuestro Instagram de fotos. Teníamos miedo de que nadie nos apoyara en Brasil porque era un país con un idioma distinto. Sin embargo, muchas fans de Brasil comentaron nuestras publicaciones y algunas —no tantas como para creernos One Direction— nos reconocieron en varios lugares turísticos.

—Me quiero quedar aquí toda la vida —soltó Pacho, siguiendo con la mirada a una chica en traje de baño que pasó frente a nosotros.

Esa tarde nos tocaba disfrutar de Copacabana y era el último día de vacaciones en Río. A partir del siguiente comenzaban los preparativos para nuestra presentación en el festival.

Santi y yo estábamos debajo de una sombrilla admirando las vistas. En mi caso, disfrutaba todo lo que pasaba delante de mí aunque debía admitir que me inclinaba más hacia los hombres brasileros: parecían sacados de una película. Si no hubiera estado intentando salir con Max, apoyaría la idea de Pacho de quedarme ahí para siempre.

Mientras tanto, Beto compraba algo para comer y Pacho estaba delante de nosotros pero justo debajo del sol, buscando insolarse.

—Estaba pensando algo. Es la primera vez en dos o tres años que los cuatro estamos solteros —dijo el pelirrojo—. Deberíamos hacer un pacto y quedarnos así.

—Yo no sé si estoy soltero —admití—. O al menos estoy intentando no estarlo.

—Bueno, pero lo que pasa en Brasil se queda en Brasil. ¿Me vas a decir que no hay nada en esta playa que te interese?

—Beto no cuenta —apuntó Santi, con una sonrisa burlona.

Habían pasado dos semanas desde el incidente del video y entre un comentario y otro, Pacho y Santi se enteraron de lo sucedido en Cozumel con Clara, así como les confesé que siempre me había gustado Beto. Ese era el problema de las verdades: que una vez comenzabas a soltarlas, no podías parar.

Ninguno se lo tomó mal o lo catalogaron raro. De hecho, la única queja de Pacho fue que hicimos un trío y no le avisamos.

—Extraño a Clarita —soltó Pacho con un suspiro y brutal honestidad—, le estaba tomando mucho cariño y me encantaba tenerla en nuestros viajes. No quiero que las cosas sigan cambiando, ¿saben? Sé que tenemos que decidir si renovamos con Kleiman o no, pero si nos vamos con Damián tengo miedo de perder a Led, Nir y Sara. Ya suficiente tuve con dejar ir a Mica. —Frunció los labios con incomodidad—. Olviden que la acabo de mencionar.

—No está mal que hables de ella —dije, y para no seguir hundiendo el dedo en su herida, esquivé el tema de su ex—: Yo tampoco quiero que las cosas cambien, pero sí creo que deberíamos tomar el camino de Damián.

Alternativos © [Indie Gentes #2] ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora