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Capítulo 15

He vuelto.❤️️ Ya la versión corregida de Contracorriente está completa en wattpad; hice cambios en los primeros 20 capítulos, así que si desean leerlos, pueden ir a darles amor :)

Gracias a quienes han esperado fielmente por esta actualización. No tengo palabras para agradecerles ❤️️ Son lo más.

Clara

Los días habían pasado volando. Trabajar en la confitería de los padres de Diego sin duda era mucho mejor que aquel restaurante, la paciencia y el trato eran superiores.

Diego solía acompañarnos de vez en cuando para ayudar a sus papás y había conocido a una chica muy tierna que era mi compañera. Si antes pensaba que el nombre de Maju —María Jesús del Valle— era raro, conocer a alguien llamada Primavera era igual de extraño. Diego la llamaba «Prim», y yo no dejaba de pensar en la hermana de Katniss de Los Juegos de Hambre.

Mientras más se acercaba la fecha de la fiesta de Icónica, más nerviosa me sentía y era debido a que, al huir de casa, jamás cruzó por mi cabeza guardar un vestido de fiesta. Pacho me había dicho que el código de vestimenta era informal y hasta me sugirió usar unos jeans. Jeans. A una fiesta en Nordelta en casa de Icónica. Pero ¿por quién me tomaba?

Cuando le transmití mis inquietudes él se comprometió a ayudarme, aunque no imaginé cómo. Al llegar de la confitería ese viernes, recibí tres noticias:

Primero, Mily no asistiría a la fiesta porque no se sentía bien.

Segundo, Beto sí asistiría porque tanto él como Luis y Santi querían saber cómo era una fiesta en casa de una de las principales estrellas del pop de Latinoamérica —además, Santi había dicho varias veces que quería conocer mujeres nuevas—.

Tercero, Pacho me había dejado una caja de regalo en el sofá. Venía con una pequeña nota que me generó una sonrisa.

Le comenté a Mica tu situación de Cenicienta. No te preocupes, somos tus nuevas hadas madrinas.

Dentro de la caja había un vestido dorado de lentejuelas cuyo escote en V era bastante pronunciado y descubría la espalda por completo; era de mangas largas y apenas se esforzaba en cubrir una parte de los muslos. En el fondo de la caja descansaban un conjunto de accesorios y unos preciosos tacones que le hacían juego y que eran de mi talla; supuse que a Pacho solo le había bastado revisar mi maleta para saber mis medidas. Era una falta a mi privacidad pero debía confesar que había valido la pena. Me enamoré a primera vista.

—Se nota que no lo escogió él —murmuró Luis detrás de mí. Me giré y le sonreí.

—Mal gusto no tiene, está con Mica después de todo.

Él había cumplido con verse informal, no por ello lucía desarreglado. Llevaba una camisa vinotinto que no estaba abotonada del todo, unos pantalones oscuros, y unas botas gruesas que le daban fuerza a su elección. Por no mencionar que se había doblado las mangas de la camisa, exhibiendo sus pequeños y aleatorios tatuajes. Jamás lo admitiría en voz alta, pero se veía muy apuesto.

No podía decir que nos habíamos hecho amigos en los últimos días, aunque sí nos tolerábamos mejor. Yo era la única —más allá de Santi— que sabía su «secreto» y, al quedarme callada como momia, me había ganado su confianza. Al menos de momento. Ahora bien, continuaba siendo el mismo Luis seco de siempre.

—Ve a cambiarte —ordenó—, ya es tarde. Beto no tardará en bajar.

Pretendí ignorarlo y saqué con calma las cosas de mi maleta. Cuando ya no estuve frente a él, sí me apresuré en bañarme y arreglarme. Hice todo dentro del baño, incluida mi jornada de maquillaje, así que cuando Beto tocó mi puerta para preguntarme si ya estaba lista, pudo ser testigo del resultado final sin ningún spoiler de por medio.