Capítulo 14

9.4K 1.2K 925
                                    

Luis

No sabía qué era peor: que Clara hubiera descubierto mis sentimientos hacia Beto, que él estuviera creyendo que ella y yo teníamos algo, o que a él le importara ella todavía.

Di un paso hacia atrás como si no hubiera estado a punto de sufrir un paro cardíaco, lanzándole una mirada mordaz y disimulada a Clara para que no fuera imprudente. ¿Podía confiar en ella? ¿Y si le contaba a Beto sobre mis sentimientos? Peor: ¿y si se le salían sus sospechas en frente de Pacho? ¿O en frente de Mily?

Estaba acabado.

—No estaba pasando nada —se defendió ella, también parecía confundida con toda la situación.

—No es como si tuviéramos que justificarlo de todas formas —mencioné, poniéndolo en su lugar. Por primera vez en muchísimo tiempo él me miró con enojo.

Su novia estaba arriba, todavía dormida en su cama. No tenía porqué celar a Clara de nadie. No era precisamente admirador de esta, solo me gustaban las situaciones justas.

—No estaba pidiendo justificación —contestó Beto, ignorándonos a ambos y llenando su botella de agua en el fregador—. Si estaba interrumpiendo algo podía subir a mi cuarto y dejarlos solos —añadió con evidente incomodidad.

Clara me miró en busca de auxilio y con un «tengo muchas cosas que preguntarte» tatuado en la frente.

—Yo me voy —anuncié—. Tengo la entrevista en un rato y si espero más el tráfico hará que no llegue. Resuelvan ustedes su situación. El café ya está listo.

—¿Es mucha molestia si...? —empezó a hablar ella.

—No puedo llevarte, lo siento. Adiós.

No estaba preparado para contestar nada de lo que estuviera pasando por la mente de Clara ni tenía ganas de ver a Beto celoso o interesado por ella. Suficiente tenía con escuchar cómo Mily disfrutaba en las noches. Además, si llegaba tarde a la entrevista radio tendría que soportar un regaño interminable de Nirvana y ya mi día estaba siendo bastante complicado.

Por suerte, llegué muy temprano a la emisora. Aproveché para conversar con Elisa, la productora de Radio Club, un programa matutino y juvenil que escuchaban los chicos que iban al colegio y a la facultad. La primera hora era principalmente con entrevistas y temas escolares, y, después de las ocho de la mañana, el contenido era más adulto-joven: hablaban de películas, series, música, bandas nuevas, y más.

—Ah, aquí llegó Max —dijo ella, sonriente. Le hizo una seña a alguien en la lejanía que se unió a nosotros en la sala de espera entre las cabinas—. Max, él es uno de nuestros invitados, es Luis Roldán, de la banda Indie Gentes. Luis, él es Máximo Freyre, es una de nuestras principales voces. Esta semana está siendo suplente en Radio Club.

—Cada vez que me dices Máximo siento que hablo con mi mamá —contestó él, serio, dándole un beso a Elisa en la mejilla. Me miró confundido—. ¿Una banda no la conforman dos o más personas?

—Los demás no podían. —Me encogí de hombros, a la defensiva. Pensé que soltaría algún otro comentario sobre mi banda pero, para mi sorpresa, copió mi gesto sin darle demasiada importancia.

—Ni modo. ¿Eres el cantante?

Lo miré con una ceja enarcada. ¿Iba a entrevistarme y no sabía ni quién era o qué hacía en Indie Gentes?

—No. Toco el bajo.

Una parte de mí se preparó para que me respondiera el mismo chiste que hacía Pacho cada vez que yo daba esa respuesta: «tócame abajo». El muy idiota siempre termina riéndose con Beto como si tuvieran seis años.

Alternativos © [Indie Gentes #2] ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora