Nuevamente un día tan común para mí, tratando de ser el mejor ejemplo que tanto pide mi familia.
Me encuentro en lo más alto del edificio de la empresa tratando de respirar aire puro dejándome llevar por esa suave brisa que me recuerda tanto a tus caricias cubriéndome la piel calentándome con los rayos tibios del sol, extiendo mis brazos hacia el cielo como si pudiera tocarlo, pero luego regreso a mi oficina para seguir trabajando lo mas que pueda tratando de tener mi mente ocupada para no pensarte más sintiendo que todo mi mundo se termino contigo desde el día que te fuiste dejándome con el corazón roto sin poderlo sanar, tantos pensamientos me abruman que me encuentro con la mirada fija en algo sin sentido, mejor dicho mirando hacia la nada misma.
Suena el teléfono y por un segundo vuelvo a la realidad, ahí estaba la tan esperada llamada que mis padres me habían informado, al contestar una voz me indico el lugar y la hora donde debía estar.
Era una cita a ciegas, de las que tan agobiado me siento, pero voy para no pelear con mis padres. Apenas estamos a mitad de año y ya perdí la cuenta de las veces que mis padres me presentaron a buenas candidatas para lograr su cometido.
Ya que las rechazo con la misma particularidad de decir: lo siento no me gustan las mujeres como tu.
Sutilmente sin hacerlas sentir mal hasta que hoy alguien se atrevió a preguntarme: ¿que clase de personas me gustan?
En ese momento no pude siquiera parpadear, solo te recordé tal cual eras y sin darme cuenta empecé a describirte con una bella sonrisa, ojos brillantes, que me acepte como soy, que sea juguetón, que tenga tiempo para mí, que sea sobre todo el mismo y no cambie por nadie.
Pensé en un momento -¿Que estoy haciendo hablando de quien? -.
Me sonrojo y miro hacia otro lado, muerdo mis labios para no seguir hablando y trato de salir casi corriendo de ahí, pero me detengo al escuchar una voz diciéndome:
-Suenas como que extrañas a alguien o ¿Acaso me equivoco?- se hace un corto silencio, al dirigir mi mirada hacia ella la veo de brazos cruzados mirándome fijamente, trago fuerte y la vuelvo a mirar haciéndome el distraído.
-¿De que hablas?- conteste con tono de desinterés.
-Solo di una leve descripción de mi tipo ideal.-
-¿Estas seguro?- murmura mirándome fijo nuevamente, esta vez sin más que hacer dirijo la mirada y le pregunto. -¿Cómo era tu nombre?, es que no lo recuerdo.-
-¿No lo recuerdas?- me pregunta moviendo una pierna.
-No- contesto en tono cortante.
-Da igual gracias por la cena estuvo deliciosa- Conteste nuevamente pero esta vez yéndome del lugar, le sonreí sarcásticamente
-Y le deseo buena suerte en su próxima cita-.
Pensando dentro de mi: -Por fin me libre de tan sofocante situación- Sin mirar bien por lo apurado que me encontraba por abandonar el lugar, me choco con alguien que apenas alcanzo a ver.
Solo sé que su aroma se quedo en mi abrigo como si se hubiese pegado en todo mí ser, caminando hacia mi auto una voz me detiene diciéndome: -toma esto, se te cayó recién deben ser tuyas estaban justo al lado de mis pies-. Después de chocarnos su aroma era tan intenso que mi mente se nublo por un segundo.
-Gracias- le dije y el reflejo de las luces no dejaron apreciar el rostro del chico que vi dos veces esa noche.
Estaba dispuesto a dejar ese lugar que no me importo, seguí caminado hasta llegar a mi auto donde entre sentándome en el asiento del conductor para encenderlo e irme sin mirar atrás, hacia frío, encendí la calefacción y un aroma dulce casi embriagándome salía de mi abrigo, también lo tenía en mis manos, las acerque a mi rostro para ver porque olían así y recordé que alguien me había dado mis llaves, aquel aroma me lleno de paz haciéndome sentir acompañado, aunque estaba solo manejando en la oscura calle que me llevaba a mi hogar.
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Juego de Palabras
FanfictionAmar a una persona a veces no es suficiente, la tentación siempre es más fuerte ante el amor. Hacer feliz a quienes te rodean pueden condenarte a una vida miserable aún a costa de tus sentimientos. Rendirte y esperar a que la vida pase y llegue tu m...