De regreso a casa subí a mi habitación sin siquiera pronunciar una palabra, deje a mi madre parada al pie de las escaleras cerré la puerta y la trabe caminando hasta mi cama donde me recosté abrazando mi almohada buscando un poco de rastro del perfume de mi amado, el cual no hallé y al darme cuenta que todo su olor había desaparecido me quede en forma fetal y me dormí.
Al despertar ya era de noche, todo estaba a oscuras y no había ni un ruido en la casa, quería huir, mi casa ya es un lugar desconocido para mi, mire a mi alrededor y fije mi vista en un cuadro donde la imagen de mi madre parecía mirarme, su mirada era tierna pero a su vez tan manipuladora ¿A dónde había llegado su locura de controlar lo que sentía y dejaba de sentir? ¿Por qué no entendía que mi amor no era el que ella deseaba? Vivió tantos años con mi padre y aun no comprende lo que es amar porque ni siquiera comprendía mi dolor... Soy el hijo que tanto anhelo tener ¿Por qué no me entendía? ¿Cuál era su negación? Quería saber tantas respuestas pero sabía que no podría con ella, así que termine mi vaso de agua y subí a mi habitación la cual se sentía tan vacía y fría sin mi amor, rasque mi cabeza y pensé por un instante si todo valdría la pena todo lo que hacíamos, cerré los ojos y volví a dormir.
A la mañana siguiente todo siguió igual, mi rutina de siempre, mi madre ya me esperaba para desayunar y lo hacia aun si no sentía deseos de comer algo, hoy su mirada era diferente, por dentro pensé si algo había hecho mal pero fingí no darme cuenta.
Ya era viernes y la semana paso lentamente recibí el llamado de mi padre mientras estaba en la oficina.
-Hijo mío, lo haces muy bien, pronto este esfuerzo que estas haciendo va a dar frutos y vas a sentirte mejor-.
Sus palabras me dejaron una sonrisa en mi rostro que la mantuve todo el día, faltaba tan poco pero lo veía tan lejano, extrañaba a mis amigos, a mi amado, a mi padre, quería saber como estaban todos.
El fin de semana paso en un abrir y cerrar de ojos, recién era lunes y ya quería que terminase a semana, me fui a mi lugar favorito y me recosté mirando el cielo, la sombra de un ave cubrió el sol por un instante y recordé a mi amor tapando el sol para besarme, por recordar aquello una sonrisa se formo en mis labios y mordí mis labios para recordar sus suaves labios, sentía como la temperatura de mi cuerpo se elevaba con solo recordar las cosas que hacíamos aquí en este lugar, pase mi mano sobre mi cuerpo recorriéndolo lentamente mientras sentía como se aceleraba mi respiración y la sensación de la boca seca, llegue a mi entrepierna y mi miembro ya estaba duro, introduci mi mano dentro de mi pantalón y empecé a tocarme lentamente, luego desprendí mi pantalón dejando espacio para masturbarme lentamente.
Me retorcía de placer pensando que estaba con Taehyung y mis gemidos salieron sin bacilar, no tarde en llegar al clímax deseado sintiéndome un poco mas aliviado, después de un rato de estar en esa manera decidí bajar nuevamente a la oficina donde me quede hasta tarde como solía hacerlo, mientras miraba por la ventana observe como el sol naranja pasaba a un cielo oscuro donde indicaba que ya era demasiado tarde y que me encontraba totalmente solo en el edificio y con mi mente divagando entre mil preguntas.
Pensaba que si no hubiese buscado una solución para mi felicidad no habría encontrado respuestas que marcaban la vida de mi padre, que esos lazos unían a la vida misma de mi amor, descubrir porque mi madre era de esa manera y que el padre de Jenny, el señor Han tenia como objetivo una promesa errónea, tenia tanto en mi mente que ya había perdido el sentido de la hora, cuando encendí la pantalla de mi teléfono observe que ya era de madrugada, no tenia apuro mi ritmo era lento y aburrido.
Al regresar a mi casa ignorando a la persona parada esperándome solo subí las escaleras y me recosté sobre mi cama durmiéndome rápidamente.
Escuche la alarma sonar y abrí mis ojos lentamente, me sentía cansado, me estire y me fui a bañar y me cambia para bajar a desayunar e ir a mi trabajo sin hacer ni un gesto y sin pronunciar una palabra y así fue toda la semana hasta que llego el viernes, estaba por dirigirme hacia mi trabajo cuando la mano de mi madre tomo mi brazo para detenerme.
-Hijo mírame ¿Que te pasa? ¿Por que estas así? Pareces un muerto en vida-. Mire a mi madre lentamente a los ojos y vacilando suspire para luego contestar ya sentados en la sala
-Solo soy el hijo que tanto amas, el hijo manejable al que le dices que hacer y dejar de hacer, ese hijo soy querida madre-. Dije con lágrimas en mis ojos y me retire a mi rutina sin dejarla pronunciar palabra alguna
Pasada las horas volví a casa después de tanto trabajo, cuando entre a mi hogar note que mi madre seguía en la sala.
-Estuvo todo el tiempo allí, ni siquiera almorzó-. Dijo Noona y la vi desde la puerta, quería decirle mas cosas pero solo seguí mi camino y volví a mi habitación, recibí una llamada de mi padre donde decía que todo esto llegaba a su fin este mismo fin de semana y yo solo lo esperaba con ansias, ya era jueves, solo faltaba aguantar un día mas, cerré mis ojos y respire profundo quedándome dormido.
Mi rutina de siempre fue la misma y tranquila hasta que recibí un mensaje que decía:
¿Podrás ser feliz aun sabiendo que causaste el sufrimiento y la muerte de quien tanto sacrifico por ti en esta vida?
Antes de terminar de leerlo bloqueé mi celular y mire mi propio reflejo a través de la ventana.
Continuara...
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Juego de Palabras
FanfictionAmar a una persona a veces no es suficiente, la tentación siempre es más fuerte ante el amor. Hacer feliz a quienes te rodean pueden condenarte a una vida miserable aún a costa de tus sentimientos. Rendirte y esperar a que la vida pase y llegue tu m...