Juego de Palabras

Episodio 42: Un día de tormenta

Ya habían pasado varios días desde que llegue a la casa de los Kim, me sentía como en casa y sobretodo muy querido por los mayores, ahora comprendía porque mi padre amo tanto a este hombre, me dolía saber que de ese amor solo uno lo recordaba, el trauma y la perdida de memoria de mi padre aun no tenia solución.

-¿Cómo se sentía después de todo lo que salio a la luz? ¿De todo lo que se revelo ese día? De todo lo que haya averiguado ¿Cómo estarán sus sentimientos?-. Esas y mas preguntas me hacia en silencio, llegaba al punto de querer comprender pero no podía ponerme en sus lugares

-¿Cómo mi madre y la señora Kim sabiendo todo lo que paso pudieron sobrellevar las cosas para darles una vida digna a ellos aun sabiendo que no las amaban como se merecían? ¿Darnos la vida y aun así el destino nos unió a mi y a Tae?-. En mi mente había un mundo de preguntas pero me sentía mejor que todo de apoco se iba acomodando, que esto no había afectado nuestro amor, que nos dejan ser libres y elegirnos día a día

No había notado el vibrar del celular, estaba hundido en mis pensamientos, al encender la pantalla del teléfono note que tenia tres llamadas perdidas del grupo de los chicos así que decidí marcar para saber que estaba pasando, sentí temblar mi cuerpo, el clima había cambiado y no me había dado cuenta que el cielo se había puesto gris y que el viento era frío, entre a la casa de mis suegros y fui a la cocina para hacer un café, un trueno retumbo en la casa haciendo que todo vibre, sinceramente no eran de mi agrado las tormentas ya que siempre me asustaron, en menos de lo esperado empezó a llover y los señores Kim no se encontraban en la casa, aproveche para llamar a mi padre mientras tomaba mi café frente a la ventana viendo como llovía, la charla fue agradable, mi padre siempre me apoyaba, desde el incidente del compromiso había cambiado y era mas demostrativo, se sentía tan bien sus palabras de aliento, a Tae le decía hijo algo que aun no me acostumbraba pero se escuchaba muy bien.

Ya era tarde y fui a descansar a la habitación de mi amor, los truenos y la lluvia estaba mas fuerte así que me acosté para leer un libro mientras que esperaba a mi amado, nuevamente mi teléfono sonó y era mi madre, hable un rato con ella, se encontraba mas calmada, ya no gritaba, ni se sentía molesta.

-Me encuentro bien madre, estoy en la casa de los señores Kim, me cuidan muy bien, tú tranquila-.

-Hijo quiero verte en persona para hablar mejor de ese tema-.

-Iré madre pero será mañana, que descanses-. Corte la llamada sin dejar que me respondiera y deje mi teléfono a un lado de mí

Un trueno dejo sin luz la casa, no me gustan las tormentas pasarla solo me asustan un poco, abrase la almohada que tenia el aroma del perfume que usaba Taehyung, respire hondo aquella fragancia para sentirlo mas, sobretodo su dulce aroma tan particular de el, me sentí extraño, quería tenerlo a mi lado.

Me estaba quedando dormido cuando sentí los brazos de mi amor abrazarme, al entrar a la cama aun estábamos sin luz, había deseado tanto que este ahí conmigo que cuando note su presencia lo abrase fuertemente, luego empecé a acariciarlo mientras lo besaba con ternura recorriendo su cuerpo, mi amado solo sonreía y me seguía el ritmo, amo su sonrisa, en cada beso me siento tan enamorado, mi corazón late fuerte ante el rose de sus manos en mi piel, me sentía tan caliente que no pude contenerme a sus encantos.

Lo desvestí mientras lo besaba, lo acomode debajo mío mientras que estaba arriba de el, mis manos recorrían su cuerpo y mis labios su pecho, mi lengua se detuvo a jugar en sus pezones rosados sintiéndolo estremecer, baje lentamente sin dejar de besarlo y acariciarlo su miembro que ya estaba erecto, lo acaricie suavemente dándole un suave masaje con la mano, lo lleve lentamente a mi boca para jugar con el mientras lo saboreaba, sus manos jugaban con mi cabello mientras succionaba su delicioso miembro una y otra vez, sus gemidos eran mas seguidos, mi amado lo estaba disfrutando porque su cuerpo se retorcía de placer, lo sentí acabar en mi boca donde su fluido es tan dulce que no deje que ni una gota se escape de mi boca, lo acomode para poder darle mas placer e introduje mi miembro en su interior, el estaba tan excitado que no necesite adaptarlo para entrar en el, mis movimientos fueron suaves dándole tiempo a que se acostumbre aunque ya estaba preparado, lentamente aumenté mis movimientos acariciando mi espalda sus piernas enredadas en mi cadera, no podía detenerme se sentía tan bien estar dentro de mi amor, escucharlo gemir mientras me susurraba al oído por mas, que no parara y que siguiera, me volvía loco de placer.