Juego de Palabras

Episodio 32: Descubriendo el amor

-Al fin libre de los estudios-. Dije mientras estiraba mis brazos sentado en mi cama pensé entre sonrisas si Dae-Hyun ya estaba en su casa, como cada año las vacaciones las pasaba en la isla JeJu, en esa época la familia de Dae-Hyun siempre viajaba y se la pasaba en casa, algo que realmente me gustaba

La nana Choi siempre nos consentía, así que al bajar ya estaba el desayuno listo con todo lo que me gustaba, esta semana mis padres no estarán en casa por trabajo, me sentía un poco aliviado, quería pasar más tiempo junto a mi amigo que ya se encontraba en casa como cada año.

Después del desayuno nos fuimos de paseo, siempre nos divertíamos mucho, mientras reíamos jugábamos y la pasábamos muy bien, antes de volver nos sacamos fotos las cuales guardábamos como recuerdo para el año próximo, algo que lo hacíamos para recordar el momento que pasábamos juntos.

Al volver a casa nos dirigimos al cuarto a ver algunas películas que teníamos en la lista, era algo que organizamos de antemano y si coincidíamos en algún titulo esa era la que veríamos primero, sacamos la lista y esta vez ninguna era la misma, algo que tuvimos que desempatar, empezamos a jugar con las almohadas mientras que reíamos y nos divertíamos, el se cayo sobre mi quedando frente a frente con el corazón acelerado, mientras me miraba a los ojos deslice mi mirada hacia su boca y con timidez lo bese pero a los segundos me aleje, pero solo un poco.

Dae-Hyun sonrío y al acercarse me beso profundamente mientras sostenía mi cuello, fue un beso intenso que nos dejo sin aliento, al separarnos reímos un poco volviendo a la normalidad, nona Choi golpeo la puerta y nos trajo algo para comer, sabia que de la habitación no saldríamos, pasábamos casi todo el día allí.

Mientras veíamos la película nos mirábamos con un poco de complicidad, me acosté boca arriba mientras mi cabeza colgaba de la cama para seguir mirando la película, sentí su mano acariciar mi pecho y al mirarlo me beso nuevamente, entre sonrisas nos miramos, sentí mi pecho agitarse junto a un calor en mis mejillas que las enrojecía, en la habitación se escuchaba el sonido de nuestros corazones latiendo con fuerza naciendo un nuevo deseo de besarnos, esta vez mordió mis labios haciéndome gemir un poco pero algo nos detuvo, quizás el miedo provocado por sentir algo nuevo.

Al mirarnos nuevamente sonreímos sin entender que nos estaba pasando, Dae-Hyun agarro su guitarra y se puso a cantar mientras tocaba esta, canto un rato largo mientras disfrutábamos el momento, ya era tarde así que nos fuimos a dormir, como de costumbre siempre dormíamos juntos en la misma cama, algo natural para los dos, tenia la costumbre de dormir en su pecho pero esa noche fue algo diferente.

Al apoyar mi cabeza en su pecho sentí como su corazón latía con mucha fuerza como si quisiera escaparse de el, pase mi mano sobre su cuerpo y note un pequeño temblor, su respiración no era normal, lo cual me sostuve con mi brazo para mirarlo, se da vuelta para abrazarme de frente dándome un beso en mi cabeza, no puedo negar que sentí ganar de acariciar y que me acaricie, me sentí excitado y se que Dae también se sentía igual, tome la iniciativa de tocarlo, pase mis manos por su miembro y sentí la dureza que tenia.

-No juegues así, por favor-. Dijo Dae con su voz entrecortada casi suplicando

Seguí mis instintos de sentirlo un poco más y no me detuve, esa noche hicimos el amor de una manera incontrolablemente salvaje, a pesar de no tener experiencia por nuestra corta edad fue muy agradable.

Al amanecer nos despertamos enredados sobre nuestros cuerpos, al mirarnos sonreímos y descubrimos el amor que sentíamos por el otro, nos sentíamos bien entre nosotros, descubríamos el amor de apoco, éramos inseparables.

Pasamos esas vacaciones amándonos y cuidándonos, todo era una aventura para los dos, describíamos nuevas sensaciones juntos, nuevas formas de amarnos a escondidas de todos, ante la gente solo éramos mejores amigos, pero en realidad éramos amantes.

Dormir en sus brazos y sentir sus latidos eran la melodía justa que me hacían sentir vivo, nuestro amor era puro y sincero, cada tarde que tocaba la guitarra mientras me cantaba mirándome a los ojos, se sentía como la suave brisa que te ofrece la primavera, realmente me sentía enamorado hacia mi mejor amigo, empecé a escribir lo que vivíamos en un cuaderno que guardaba bajo llave, nadie sabia de su existencia, su cuarto era continuo al mío, nos separaba una puerta corrediza pero nunca dormía allí sino en mi cama junto a mi abrazado a el todas las noches después de amarnos.

Ya había pasado una semana y mis padres regresaron lo que mis noches de pareja habían terminado, cada quien usaba su cama y despertábamos separados, algo que me traía de mal humor, quería sentir su esencia, su respiración, quería su cuerpo junto al mío, así que una noche no aguante mas y me metí en su cama, estábamos nerviosos pero aun así me dormí en sus brazos, amaneciendo en su cama.

Mi madre a la mañana siguiente entro sin previo aviso y nos encontró durmiendo juntos, algo que la molesto un poco.

-¿Qué esta pasando aquí?-. Pregunto con seriedad

-Dae-Hyun se sintió mal y al cuidarlo me quede dormido a su lado, solo eso madre-. Respondí a lo que mi madre no muy conforme me creyó y se retiro de la habitación

Al retirarse pudimos respirar hondo pero sonreímos mutuamente después de besarnos dándonos los buenos días, éramos un poco ingenuos ante ciertas situaciones y todo el entorno giraba entre los dos.

La nana Choi se había dado cuenta de nuestro amorío y con todo respeto nos dio algunos consejos.

-En esta época he visto a muchos chicos enamorados y no la han pasado nada bien-. Dijo mientras nos servia un té estábamos solos en la casa por eso hablaba con libertad

-Deben ser más disimulados, traten de no ser tan obvios-. Repitió la nana para que entendamos, ella siempre nos hablo claramente y sin rodeos

-Pueden confiar en mí si necesitan algo-. Termino de decir con una leve sonrisa formada en sus labios

Seguimos sus consejos pero a veces era imposible controlarse y así fue el inicio de nuestro amor.

Continuara...