Episodio 54: Enamorados como la primera vez

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-Hijo, me siento muy feliz al cuidar a los niños, ellos se portan muy bien, ni siquiera deben preocuparse así que pueden tomarse una semana mas-. Mi padre nos había llamado para decir lo encantado que estaba al cuidar a sus nietos

-Si padre, eso haremos, muchas gracias-. Sonreí ante lo que dije

-Hijo, hay otra cosa mas que debo decirte... El señor Han apareció mostrándose arrepentido y se disculpo con todos-.

-¿Y como reacciono con Jenny? ¿Cómo están las cosas por allá?-. Pregunte con preocupación

-Hijo no te preocupes, todo esta en orden, Han se encuentra disfrutando de sus nietos y recuperando el tiempo que perdió-.

-Aun así tengan cuidado, ya tenemos malas experiencias para volver a caer en lo mismo-.

-Lo se hijo, bueno ya te dejo para que descansen-. Antes de que mi padre colgara la llamada también me despedí de el

Sentí el toque de la puerta y ahí estaba nuestro desayuno en la habitación del hotel, hoy no bajaríamos, queríamos estar a solas los dos para disfrutar de nuestro tiempo, cuando el personal entro la mesa les agradecí con amabilidad y cuando ya se habían retirado acerque la mesa a la cama donde Tae aun estaba dormido. Lo desperté con suaves caricias y una vez despierto me abrazo y jaló hacia su lado dejándome entre sus cálidos brazos.

-Ven bebe, quédate así por un momento-. Y me quedé quieto pero de apoco me quede dormido entre sus brazos

Su aroma embriagador seguía siendo el mismo de siempre, llevabandome a lugares únicos, lugares donde solo el podía llevarme, mi calma, mi paz, el era todo lo que yo necesitaba, se convertía en mi aire, en mi respirar, Taehyung definitivamente era mi universo, no todo era sexo, también habían momentos de solo amor, momentos donde disfrutábamos de formas diferentes; una de ellas era verlo descansar en mis brazos, acariciarlo mientras duerme, cobijarlo entre mis brazos y darle tranquilidad y el refugio que busca al abrazarlo.

El desayuno estaba frío, pero entre sus brazos me sentía tan caliente que no quería quitarme de su lado, con suavidad acaricie su rostro y lo recorrí hasta que bese su frente, volví a abrazarlo volviéndome a embriagar por su encantador aroma. Aun seguía observándolo detalladamente cuando mi amor abrió sus encantadores ojos, su mirada era tan tierna como siempre.

-Mírame a los ojos y veras que en ellos encontraras la verdad, la verdad de mi amor por ti y te darás cuenta que mi amor no es de un día o dos, sino que mi amor por ti es eterno. Te amo amor-. Sonreí ampliamente y volví a abrazarlo con fuerza, no puedo negar que cada gesto que en cada palabra me enamora día a día, aun seguíamos acostados, no teníamos intenciones de levantarnos pero un susurro hizo que mi cuerpo se estremezca

-Bebe déjame amarte, déjame hacerte sentir que eres la razón de mis suspiros, déjame besarte, deja que dibuje en ti la mas hermosa sensación quien beso a beso dibuje la mas bella sonrisa que haya visto en tu rostro, déjame para que veas en el como llevo tu nombre tatuado en mi ser, déjame que sea tu peor pesadilla para volverme tu realidad, me rendí ante el brillo de tu alma-.

Ante esas palabras sentí mi rostro arder, me sentía tímido, pero a la vez seguro de su amor, el que me daba día a día y no solo lo demostraba en palabras si no en hechos y acciones.

-Siempre seré tuyo amor-. Le respondí escondiéndome entre su pecho, en el cual se sentía sus latidos acelerados, los mismos que aquella vez sentí mientras me confesaba su amor una y otra vez

La noche se asomaba y con ella el gruñido de nuestras panzas, teníamos hambre y decidimos bañarnos para luego ir a cenar afuera. Al salir de la habitación agarro mi mano fuertemente y sonrió tímido. Cuando salimos del hotel una limusina nos estaba esperando, algo que no le preste tanta importancia y subí de inmediato junto a mi amado.

Llegamos a un lugar muy lindo, las mesas estaban al aire libre pero lleno de luces de colores, era agradable y se sentía cálido a la misma vez, la vista era hermosa, la gente del lugar solo se centraba en sus momentos, dejando ser sin miradas, ni prejuicios, habían familias que no miraban su alrededor sino lo que hacían ellos mismos. Mire a mi amor y sonreí entre los murmullos.

-Me gusta el lugar que elegiste para cenar-.

-¿Por que murmuras amor?-. Dijo mientras sonreía al mirarme, baje la cabeza tímido y solo asentí sin decir más

La cena ya estaba pedida no se en que momento habrá ordenado Taehyung, pero se veía deliciosa, me conocía tan bien que no hacía falta pronunciar palabra.

Mientras cenamos reí al verlo, me perdí por un instante ante su mirada, me vi en sus lindos ojos, mi reflejo estaba ahí, y mi corazón papito con fuerza dejando que mi rostro se sienta caliente, me hacia sentir muy bien.

La cena terminaba entre risas y caricias, besaba mis manos y en cada beso su juego de palabras aparecía y no podía evitar sonreír. El postre estaba servido y al verlo relamí mis labios y lo mire fijamente mientras susurraba muy lentamente en su oído algo que lo encendió de tal forma que no podía disimularlo.

Recorrí con la mirada cada parte de el y me detuve en un lugar específico donde sonreí de lado, me acerque una frutilla con crema a mi boca dejando un pequeño rastro de crema en ella para luego saborearla pasando mi lengua suavemente por el contorno de mis labios.

Taehyung estaba totalmente perdido ante el acto mencionado, seguía sonriendo y mi lengua iba de un lado a otro provocándolo un poco más.

-No me sigas provocando...-. Dijo Tae con su voz entrecortada, sus ojos afilados me miraban fijamente, amaba verlo de esa manera así que decidí provocarlo un poco más sin saber que perdería ante el

Tome una fresa entre mis dedos y la unté en crema acercándola a su boca para dársela de comer, pero jugué ante esa situación, abría sus delicados labios para recibirla pero solo llegaba a morder esta con suavidad, faltaba poco para que termine cuando al jugar sentí sus labios rosar mis dedos y los introdujo en su boca sintiendo su lengua caliente sobre ellos. Aquella sensación fue tan excitante que sin darme cuenta mordí mis labios mientras lo miraba y enseguida sentí presión en la parte de mi entrepierna, quise disimular pero no podía, algo ahí abajo punzaba con fuerza y necesitaba su rose en mi.

Seguí mordiendo mi labio inferior mientras lo miraba fijamente casi hablándole con la mirada, sentí su mano tomar la mía y me guío a un lugar desconocido con prisa, al llegar pase saliva pero mi garganta estaba seca, el observar su espalda por detrás de el y abrazarlo con fuerza mientras recorría su cuerpo, no deje que se diera la vuelta, quería seguir disfrutándolo de aquella manera.

Sus manos volvieron a sostener las mías y gira lentamente para quedar frente a mi para mirarme a los ojos, acerco su rostro lentamente al mío y cuando ya nuestros labios estaban a centímetros nos fundimos en un beso fogoso

Mirándome a los ojos y se acerca lentamente besando mis labios, sus manos acariciaron mi piel por debajo de la ropa.

-Ven bebe, vamos, debemos ir a un lugar mejor aquí no puedo hacerte lo que necesito-. Y sin más salimos del lugar y nos dirigimos nuevamente al hotel

Continuara...

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