▪️EN LA PENUMBRA DEL OLVIDÓ || PJM ✧ MYG ▪️

19. Día - 05

Nota: Ésto es un FF ficticio, nada coincide con la realidad. Solo disfruten de la lectura. <3

Sin saber qué era lo que ocurría, se sentía así mismo ser el responsable de aquella grotesca manera de irrumpir en la enorme alfombra cubierta de mil tonalidades de flores de todos los tamaños, colores y texturas de aquel lugar en el que misteriosamente se encontraba y aunque era difícil determinar la estación, únicamente fue capaz de mirar infinitas tinieblas en los pasos que jamás se detuvieron más, sin embargo, eso creyó a sabiendas que la eternidad nunca es para siempre.

Por ello tuvo la dicha de mirarse a sí mismo detenerse y como si las conspiraciones fueran contrarias a su favor, las tinieblas fueron desvaneciéndose hasta visualizar el campo. El mismo que prefería seguir como un ciego.

Por qué, todo el misterio se reducía a la definición perfecta de las emociones.

Frente a él, no había más que un enorme baldío, que con el corazón tiritando de miedo intentó no mirar, al menos no más allá de la preocupante profundidad que aparento.

Por ende, en un intentó de calmar su misma ansiedad, miró a sus espaldas… dónde su corazón dio un vuelco completo al no ser capaz de darle crédito a la escena que miraba.

—Ji Min, hijo…  —Sonrió él hombre antes de levantarse y abandonar la última flor que planeaba cortar.

Él menor, por el contrario, intentó no verse perjudicado por la dulce mirada que le regalaba su adorado padre quien hasta el último momento, fue la luz de sus ojos.

No obstante, todo valor se vio desvanecido en cuanto esté, extendió sus brazos en espera del mismo abrazo que Ji Min corrió a darle y aunque sólo fue un par de pasos los que separaban a ambos. Se sintió como el remolino de tormentas que siempre solía agobiar al pequeño Ji Min en cuanto perdía a su padre de vista. 

Ahora, ambos en la etapa adulta.

En un reencuentro casual del mismo destino que jugaba con todos. Permitió sentir la calma después de tanto.

—Estoy aquí, calma…  —Susurró sintiendo al menor temblar mientras apretaba sus brazos que le rodeaban, casi como si fuera a desaparecer. 
—Las flores han crecido tanto como tú. Estás precioso cariño… —Susurró. — Los vientos no han hecho más que agonizar mis preocupaciones y hoy puedo afirmar el porqué de tanta espera. —Ji Min sonrió, acariciando sus manos como consuelo propio más asintió al hombre que se atrevió a acariciarle su creciente cabellera.
— Cuéntale a papá hijo… cuéntale todo lo que desees.

Y aunque él sabía claramente que no había hecho más que mirarle a los ojos. Empezó a sentir los ojos aguados.

— Papá, ¿sabes cuanta falta me haces?
— No con exactitud.
— Mamá, ella…
— Lo sé, pero hasta mi último día no pude pensar más que en ti. ¿Podrías perdonarme por faltar como padre?
— No te estoy culpando, si eso crees. Estoy viviendo bien, estoy feliz y pleno.
— Aunque no me culpes, la tengo de cualquier forma y por la misma razón te pido perdón. —Suspiró. — Fuimos adultos, no fue responsable la manera en la que te vistes involucrado. Lo peor de todo, es que no pude hacer nada mas que rezar por que te salvaras. De cualquier, forma pero que existiera una buena vida, para ti que te la quitaron sin pecar. — Ji Min negando, sonrió tímido.
— ¿Algo así como un ángel?
— ¡Exacto, un ángel, eso es correcto! Pedí, tanto a cualquier ser místico que te salvara… —Ji Min finalmente rompió a reír a carcajadas, ante la increíble coincidencia.
— ¿De qué te ríes mocoso? No ves la seriedad de todo esto.
— Es una expresión de buena manera papá. Algo así como un agradecimiento.
— ¿Sí?
— Mhm, podría jurar que mi ángel tiene el cielo entero en sus ojos. — Pausó, finalmente tomando una ligera distancia de su padre, antes de sentarse en el mar de flores.