▪️EN LA PENUMBRA DEL OLVIDÓ || PJM ✧ MYG ▪️

13. ¿Entiendes, no?

—  ¡Yoon Gi, amor mira lo que te eh traído! — Young Mi hizo presencia en su habitación notando el silenció perturbador que le hizo temer.

— ¿Yoon Gi, pequeño estás aquí? — Sin hallar respuesta, corrió escaleras abajo hasta encontrarse con María. — ¡María! ¿Donde esta mi hijo? — Preguntó con la adrenalina correr por sus venas.
— En su habitación, señora.
— ¡Él no lo está! — Aquello arrebato el miedo desbordado en su interior de la mujer.
— ¡Shung Hee, Shung Hee! —Gritó mientras la más joven gritaba por todos los pasillos de la casa el nombre del niño.

— ¿Qué pasa mujer? —Él hombre entró.
— ¡Yoon Gi!
—¿Qué pasa con él?
— No está en la habitación.
— Tranquila, iré a revisar.
— ¿Sí se extravió? ¡Te juro que esta vez no tendré piedad, no quiero perder a mi hijo!
—  ¿Haz buscado en su habitación? — Young Mi negó.
— Ven, iremos a supervisar si no lo hallamos tendremos que dividirnos en al búsqueda. — Ambos mayores subieron a toda velocidad, agitados por el susto, abriendo la puerta de un golpe al llegar allí. Ambos  al querer gritar vieron a su hijo dormir pacíficamente en el suelo, mientras entré sus brazos tenía una hoja, por lo que suspirando de alivio abruptamente.

— ¡Que susto me ha dado este niño! — Recriminó la mujer claramente molesta.
— Lo importante es que está bien. — Shung Hee exclamó entrando hasta colocarse en cuclillas y así poder levantar al niño hasta la cama mientras que la mujer  revisaba su armario en busca de una pijama cómoda.
— ¡Quítale los zapatos y su sudadera primero, al último su pantalón! — Explicó la mayor viendo como su esposo le obedecía de la forma más torpe que ella pudo percibir.
— Listo. — Victorioso Shung Hee comento antes de notar que el menor no soltaba por nada, una hoja entre sus brazos. — Oh espera... — Tratando de quitarle el dibujo, Yoon Gi frunció el ceño negando entre sueños.

Young Mi le calmó indicándole que lo dejará así, para evitar despertarlo.

Cambiado y bien tapado, salieron del cuarto antes de mandarle un par de besos acogedores al aire.

15 Minutos después, la cama fue hundida por un segundo peso.

Yoon Gi tenía calor, pero al ser rodeado por aquellos abrazos fríos que recibía su acogedor cuerpo no se movió por lo cómodo que había vuelto su temperatura calurosa.

— Estaré contigo, para siempre. — Murmuró el niño rubio.

Desde aquel día, Yoon Gi dejó de  hablar con frecuencia para simplemente responder entre  murmullos que apenas eran audibles para todos los de su alrededor quienes les cayó como agua helada su repentino comportamiento.

— ¿Yoon Gi como te ha ido en la escuela? — Sonriente preguntó Young Mi, con la más mínima brevedad posible para no ser ignorada por su propio hijo.
— Normal.
— ¿Qué realizaste?
— Lo normal.
— ¿Para ti que es normal? — Young Mi fue ignorada con un bufido del menor quién caminaba un par de pasos adelante de ella.

Young Mi comenzaba a preocuparse demasiado por el actuar de su hijo, Yoon Gi siempre destacó por su seriedad en cambio  su actuar extraño ya era demasiado.

✓ No salía de su habitación.

✓  Con frecuencia solía hablar y jugar solo.

✓ Seok Jin había dejado de ser cercano  debido a un incidente en donde terminó llorando por ser humillado. A pesar de aquello, Yoon Gi fue reprendido por su padre, en cambio él menor termino haciendo  oídos sordos.