▪️EN LA PENUMBRA DEL OLVIDÓ || PJM ✧ MYG ▪️

06. Soy tuyo de principio a fin.

— ¡Perdón mamá! — Susurró Yoon Gi.
— Perdón por ausentarme demasiado. —Pausó. — Solo estaba ocupado en algunas cosas en casa, perdón en la casa en la que ahora estoy.  Incluso hasta en mi mismo. Y-yo, uhm- la señora Kim me regaño un poco, y no pude evitar sentirme mal. Lo siento, yo enserio lo siento mamá. — Exclamó sintiendo repentinamente los ojos haguados por la vergüenza que ya comenzaba a consumirle por completo.
— ¡Esa Kim otra vez! — Gruñó la mujer avergonzada. — No hijo, discúlpame tú a mí, por todo... — Pausó avergonzada. —Por el pasado, por mi actitud, por terminar siendo la peor madre. Yo enserio estoy realmente arrepentida.
— Es vano tener el pasado ahora. — Respondió Yoon Gi resignado y sin algún signo de resentimiento.
— ¿Cómo has estado mamá?, ¿Todo está bien?, ¿Papá?, ¿María?, ¿Todos... — La mujer carraspeó riendo ante los constantes nervios del joven.
— Todo está bien, todos estamos bien. — Pausó. — Mejor cuéntame de ti, mamá estaría feliz si le cuentas todo.
— Todo ha sido demasiado rápido. — Exclamó Yoon Gi eufórico. — ¡Si te contará con el máximo detalle, no podría, no podría asimilarlo en un solo día! Es demasiado loco, estoy comiendo bien, incluso hace poco volví a retomar la repostería. — Young Mi boqueó sorprendida ante lo dicho.

En la soledad del invierno, Ji Min se perdió ensimismado, frente a la ventana en dónde silenciosamente rogaba por mirar al cielo, y que está se apiade de él para dejarle observar las bonitas estrellas que ahora no se veían gracias a las espesas nubes.

Cruzado de piernas, se abrazó así mismo. Esperando la calidez del mayor, quién se había desaparecido desde hace ya un buen rato hacía su despacho.

Aburrido por la falta ganas en hacer alguna actividad, únicamente se dedicó a mirar con atención la tormenta de nieve, que hace horas antes, había soltado y está no parecía detenerse.

Su mirada que fue y vino por un rato, finalmente se centró en la bruma de los árboles que extendía el bosque que ahora presumía una bonita manta blanca. Ji Min suspiró profundamente, no obstante al apenas cerrar los ojos una explosión en su cabeza lo aturdió y quizás solo quizás por misma consecuencia, alucino una serie de escenas apenas lúcida para él.

Un precioso árbol que dejaba pasear su belleza en los rayos de sol, el sonido de algo que no logró recordar y finalmente un eco de voz que perdio conforme se estabilizaba así mismo.

El latido de su corazón quizá fue demasiado, para asustarlo y dejarse caer al no lograr sostenerse, en dónde cayó de espaldas siendo este el más perjudicado. La falta de respiración que repentinamente sintió, le hizo dar un saltito inconcientemente provocando que a la hora de moverse involuntariamente pasará a tirar el pequeño mueble que únicamente era ocupada para algunos libros y un par de macetas, y por ende un escandaloso ruido sonó, lo suficiente como para que esté dejara un paso de ecos en toda la casa. Ji Min por otra parte se colocó ambas manos en su pecho, para así ir descendiendo paulatinamente hasta llegar a su cuello en dónde apretó, buscando desaparecer dicha sensación de asfixia que lo había tomado por desprevenido. — Yoon Gi...

— ¡Dios mío que tragedia, para ese lindo muchacho! — Exclamó Young Mi al saber que la abuela de Tae Hyung había fallecido meses atrás. — Por favor, hazle saber mis condolencias.
— Mhm, le llamaré pronto...
— Tantas cosas que han sucedido, que aún no puedo asimilar que hace meses te fuiste, sin importar nada. — Pausó.
— Mamá está orgullosa de tí. — Yoon Gi sonrió avergonzado.
— A veces siempre un empujón, basta.
— ¿Quieres decir que yo te tire?
— Sí quieres sentirte mal, no me culpes después. — Susurró bajo.
— Uh, eres tan molesto.
— Lo sé, lo sé pero tengo razones suficientes... — Yoon Gi dijo. —¿Sabes mamá? Estoy realmente feliz, nunca me sentí demasiado pleno como lo hago ahora. — Exclamó orgulloso de sentirse lo bastante satisfecho consigo mismo.
— Mi pequeño cachorro, finalmente saltó al vacío valientemente.
— En realidad...