Yoon Gi exprimió la poca agua que retenía el pequeño trapo sin color, pasándolo nuevamente por algunos juguetes que yacian en el mismo lugar desde hace bastante años. Inevitable de reflexionar recordó un par de sucesos en el pasado de su infancia, donde todo era jugar, comer y cumplir con sus horarios que su madre le ordenaba.
Abandonando su labor salió de la habitación, hacía el sótano con la intensión de buscar una caja o cualquier objeto grande que pudiese ser de ayuda, para almacenar los juguetes que donaría manteniendo así su condición y limpieza.
Al llegar prendió la pequeña linterna que poseía su teléfono, echando un vistazo rápidamente a los alrededores cubiertos de suciedad como el polvo y penumbras llenas de telarañas.
Exactamente no encontró una caja grande, pero si un gran baúl hecho de madera lo suficientemente rústico para trasladar de un lugar a otro.
Hizo amagos de regresar si no fuera por los constantes dificultades que tuvo para llegar a su respectivo destino.
Adolorido de sus brazos y parte de sus muslos, dejó el dichoso baúl frente a la cama.
Asegurando de guardar espacio y así no hacer más desorden del que ya tenía en el resto de la habitación, que aún le faltaba por limpiar. Al revisar que no tuvieran algún daño en los cuatro lados del baúl, fue guardando aquellos juguetes que no tenían tanta importancia emocional y otros que incluso estaban intactos en su empaque.
Al finalmente sostener su preciada pelota de básquet que tanto amo, simplemente se quedó viéndola un gran tiempo.
Hacía tiempo que no jugaba básquetbol por lo que su cuerpo era ya lo bastante rígido para creer que podría intentarlo alguna vez si lo llegase a pensar.
Dejándola a la orilla de la ventana continuo guardando alguna cosas más hasta dejarlo a medio llenar. Suspirando pesado tras sentir los talones de sus pies adormecidos, talló sus ojos perezoso. — Joder... ¿Cuánto tiempo ha pasado? — Revisó la hora en su celular, aún tenía que cenar y bañarse pero en definitiva su cuerpo estaba totalmente recio a eso, al tocar la suave orilla de la cama. En donde sin siquiera pensarlo se recostó para después acomodarse, excusándose de querer descansar solo por cinco minutos.
— Mierda... — Gruñó, mientras sin moverse de su cómoda posición, sacaba con sus mismos pies los zapatos que le había provocado una hichazón lo suficientemente, para volver a quejarse más adormilado que despierto. — Tomar el control de un avión es más fácil que limpiar una casa. — Susurró viendo borroso a su alrededor, abandonando su conciencia con un bostezo cargado de sueño.
El constante sonido del zapato cuya suela le hacía confundirse, Yoon Gi no fue capaz de siquiera mirar al silencio abrumador, que él mismo abrazaba.
Sin embargo el pesado martilleo de las hojas al quebrarse no le permitían, lograr concentrarse en dicha persona que simplemente no podía atrapar con la mirada.
Gruñó desesperado tras ver las risas, flotando en el aire.
En sus ojos estaba una fotografía siendo rota mientras está dejaba huellas de sangre a su paso.
Su pelota favorita estaba rebotando con fuerza sin tener alguna dirección, al menos había creído eso hasta que dicho objeto se detuvo justo frente al inmueble cubierto de viejos libros y otras cosillas como colores, plumones, crayones, étc. En la habitación en la que había dormido desde que él podía recordarlo por su cuenta.
Al sentir un pinchazo en él, se estremeció por completo.
La gotas de su propia sangre siendo derramados en el papel cubierto de palabras con flores rosadas, los dibujos de estrellas sin tener un número, le hizo marearse. Escuchando a lo lejos dos risas distorsionadas.
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▪️EN LA PENUMBRA DEL OLVIDÓ || PJM ✧ MYG ▪️
Fanfiction↭ F A N F I C J I M S U ↭ PARANORMAL/ROMANCE/FANTASÍA ➵ Y O O N G I A N D ➵ J I M I N Después de ser adoptado, Yoon Gi posee ver el alma de un niño en la nueva casa a la que se ha mudado. Con el tiempo llega a apreciarse uno al otro a pesar d...