09. El malvado bata blanca.

132 29 4
                                    

Young Mi a primera hora de la mañana, comenzó a recoger las cortinas que ocultaba los preciosos rayos del sol de la habitación del pequeño Yoon Gi.

Estando realmente feliz de tener un día para dedicarle el tiempo disponible a su hijo.

—  ¡Buenos días!
— Mami... — Yoon Gi, chillo irritado por la repentina luz que lastimaba  sus ojos.

—  Nada cariño, nada. ¡Arriba, quiero ese trasero en la ducha!
—  Yoon Gi esta enojado.
— Mami está feliz. — Él pequeño solo frunció el ceño y camino a regaña dientes hacia el baño,  donde adormilado fue quitando prenda por prenda hasta quedar en calzoncillos color blanco con figuras de osos polares.

Pronto despojó por completo su última prenda dejando su desnudez al descubierto.

Ingresó a la tina quien lo recibía, relajando su cuerpo en agua caliente que muy bien preparaba su madre que tanto lo amaba.

Bostezó un par de veces hasta que tomó una burbuja y comenzó a jugar con ella.

Su madre quien preparaba la esponja en forma de patito cubriéndolo de jabón, lo sumergió minutos después en su cuerpo desalojando cualquier resto de suciedad en el niño.

Young Mi, comenzó a cantar animado al pequeño a imitarle, no obstante este solo se
tambaleaba de un lado a otro mientras cerraba los ojitos a cada segundo soportando la pesadez de no dormir como debía.

Entre susurros, Yoon Gi canto junto a su madre olvidando por completo el sueño que hace un par de minutos quería hacerlo caer a la profundidad del agua.

Young Mi, por pura inercia le dio un pequeño empujón con la esponja en su nariz, donde sin querer Yoon Gi abrió la boca y termino por comer un poco de jabón, que lo hizo hacer pucheros y arrugar la nariz.

— Huacalas. — Chilló haciendo pucheros.
— Lo siento, lo siento. — Young Mi Se disculpo riéndose por la actitud tan graciosa de su pequeño.

Quince minutos después, fueron los que ocuparon para terminar de bañar al pequeño. Además de los contratiempos que  tomaron para jugar  y una que otra broma por parte de la mujer no tan improvisto como al principio.

— Prepara el almuerzo, por favor. Iremos a desayunar a las afueras de la ciudad. — Indicó Young Mi a María.
— Si señora.

— Vamos cariño, papá nos está esperando en el auto.
— Si mami. — Exclamó mientras extendía sus bracitos al cuerpo de la mayor para ser acogido por su conjunto de cobertores que siempre llevaba la mujer al estar tan bajas las temperaturas.

Young Mi lo recibió cálidamente mientras lo oprimía en sus brazos junto a esos gruesos cobertores además del suéter y gorro que ya tenía el niño.

Los dos salieron a la calle donde visualizaron el auto del señor Min. Quien sonrió al verlos caminar en dirección a él.

— Disculpa la demora amor, tuve que abrigar al bebé primero.
— Mujer ¿No crees que, él niño está peor que un oso?
— Para nada, es mejor que parezca un osito a que esté enfermo por una  enfermedad respiratoria.
— Entiendo. — Tomó el volante.
— Por favor asegúrense que estoy por arrancar. — Los dos
oyentes obedecieron.

▪️EN LA PENUMBRA DEL OLVIDÓ || PJM ✧ MYG ▪️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora