▪️EN LA PENUMBRA DEL OLVIDÓ || PJM ✧ MYG ▪️

14. ¡Bolita de pelos, existe!

La noche caía por debajo de los dos pequeños que admiraban las estrellas bajo el ventanal que los protegía de todo. 

Yoon Gi contó irritado por milésima vez la cantidad de estrellas para retar a él pequeño rubio quién siempre se perdía viéndolas.  Este le miró bombeando en el corazón,  al pequeño que tenía sus brazos sosteniendo su cabeza perdido en su propio mundo.

— Bolita, mañana pediré un deseó. — Se dijo así mismo continuando embobado en el perfil del rubio. — Estoy seguro que será el mejor deseó de toda mi vida. — Él de mofletes sonrió viendo como él menor no dejaba de verlo desde ya hace un buen tiempo,  pillando ese pilar que deslumbraba en sus ojos.
— Te lo prometo...

Yoon Gi por fin cumple 05 años de edad, Young Mi, desde muy temprano eufórica por el momento despertó al niño con globitos de su personaje favorito y un enorme regalo sorpresa más el extra que su padre estaba por mostrarle en la tarde.

— Feliz cumpleaños, a ti...
Feliz cumpleaños a ti, feliz cumpleaños a mi bebé~ ¡Feliz cumpleaños a ti! — Young Mi  beso las mejillas del pequeño mientras que su padre apenas le era visible entre tanto globos.
— ¡Oye tonto, no vallas a caer, recuerda que el regalo de mi bebé es sagrado! — La mujer le dio mimos a un niño berrinches que había sido interrumpido en sus sagrados sueños.
— Mamá~ — Gritó eufórico mientras fruncía el ceño fastidiado por el momento.
— ¡Oh mi bebé, chiquito ya estás dejando de ser mi bebécito! —Lloriqueó apretujando al niño que apenas si respiraba.
— Mujer estás matando a mi hijo, dejalo en paz. — Bufó dejando el regalo.
— ¡Es que mi bebé~ ya es un niño! — Young Mi, chilló  mientras cruzaba los brazos viendo a su marido abrazar con cariño a su hijo que correspondió el abrazo con una sonrisa tímida.
— Felicidades hijo, no hagas caso a tu madre, está loca ya sabes la vejez está comienzando a dañar su cordura. — Rodo los ojos.
— Recuerda que tenemos un trato pendiente. ¿Vale?
Hombre de palabra...
— No debe de echarse para atrás... — Continuó el menor recordando su trato de días antes con sus padre.
— Oh, que varonil luces así cariño. — Alegó la mayor soltando una carcajada de burla.
— ¡Oh vamos cielo quiero ser serio y tú arruinado el momento!
— Yoon Gi comenzo a reír.
— Vale, vale. — Aceptó avergonzada, perdiéndose en su ambiente dejando de notar que Yoon Gi  nuevamente estaba durmiendo en sus cálida cama mientras levantaba el trasero.

— ¡Yoon Gi levanta ese trasero! — Gritarón los mayores.

Alrededor de las 02:00 de la tarde, él festejado estaba siendo exageradamente arreglado con un esmoquin, que su padre había mandado a hacer a la talla del niño como parte de los infinitos regalos que le tenían preparados aún. Bufó al ver que su peinado aún no le era definido, por su indecisa madre.

Mientras que en la planta de abajo terminaban de arreglar todos los preparativos del evento a celebrar, recibiendo a los recién llegados con paquetes de regalo que eran almacenados en una mesa especial para ellos.

— Suegra es un gusto verla.
— ¿Donde esta mi nieto? —Apenas ingreso la mujer frunció el ceño por no localizar a aquel misterioso chiquillo que tanto adoraba su hija.
— Oh, él está con su madre siendo retocado para bajar en cinco minutos. Por favor esperé.
— Vale, vale. — Asintío caminando junto a su suegro quién solo había hecho una reverencia como saludo al hombre. — Espero que no me lleve una grata sorpresa. — Bufó.

Era comprensible que la mujer aún siguiera disgustada con la decisión de su hija única el querer adoptar a un huérfano y haberse enterado al último como siempre lo hacían con ella, por lo delicada que era al opinar.