16. Dinosaurio verde.

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Yoon Gi frunció el ceño un par de veces, al ser su tercer intento en retirar lo que fuese que estuviese molestando su nariz, al pasar su mano, hasta agobiarse por tal fracasado plan.

Al darse por vencido, Yoon Gi terminó por abrir los ojos y así ver al presunto responsable de su naciente molestia; la hebra rubia que se colaba entre su sensible piel era quien estaba fastidiando su preciada intensión de querer seguir durmiendo por más tiempo. Él hombre bostezó buscando removerse, no obstante se vio obligado a querer quedarse quiero al ser la presa que Ji Min no quería soltar; sus piernas las tenía rodeadas con las de él, y que decir acerca de los brazos quienes estaban levemente aferrados a su pecho, buscando el refugio que Yoon Gi sin ser conciente le dio toda la noche.

Tímido por la situación, se vio avergonzado por la bonita manera de ver todo, tan perfecto. No obstante por mera necesidad, Yoon Gi le suplicó a todos los dioses, el no despertar al rubio quién seguía en una posición fetal en la pequeña cama, que para suerte de él ya se había librado del reducido espacio.

Rascándose las nalgas, Yoon Gi finalmente entró al baño a hacer sus necesidades básicas, dándole poca importancia al peso que aún permanecían en sus ojos, quienes seguían hinchados tras haberse recién levantado de la cama.

Una vez terminado salió de la habitación, hasta el baño principal donde tomo una ducha. Que para ser sincero hubiese cedido a bañarse en el baño que estaba en el cuarto anterior, si no fuese cauteloso al no querer molestar las bonitas facciones de Ji Min quienes de vez en cuando hacía pequeños pucheros al continuar plácidamente dormido en la cama.

15 minutos después Moka entró campante de la vida, a la habitación que tenía la puerta semi-abierta al ver muchas ramas que mordisquear que encontró, conforme iba moviendo su nariz entre tanta tierra derramada y algunas ramitas con hojas.

Emocionado por su nueva aventura se paró en dos patas a las orillas de la cama y por consiguiente lamió eufórico el rostro frente a él, saludando como todo mamífero a la primera hora de la mañana. Ji Min arrugó la nariz al sentir baboso parte de su mejilla que no tocaba la almohada. Por lo que abrió sus ojos al instante, llevándose la grata sorpresa de ver al mismo bicho que le recibió aquella primera noche.

Agobiado por el saludo, se levantó apenas y pudo cobrar fuerzas.

— ¡Bicho! —Gruñó agarrando la misma almohada con la que de había acostado, siendo su escudo. Moka en cambio solo movió su cola energético en espera del primer lanzamiento del hombre, quién estaba atónito. — ¡Chu! — Queriendo alejar al peludo, le dio un pequeño almohadazo, donde Moka al creer que jugaba, lo atrapó al otro extremo con una gran mordida al primer intento, haciendo molestar al rubio quién jaló hacia su lado alzando al peludo hasta que lo tuvo en la cama completamente, escuchando sus gruñidos traviesos.

— ¡Deja eso, es mío! — Exclamó apretando los labios. — ¡Bicho! — Fue tanta la presión ejercida entre ambos lados que la pobre almohada terminó rompiéndose a la mitad dejando las plumas con las que venía rellena, caer por todo su alrededor de dónde estaban ambos, quienes se miraron en silencio si no fuese por qué Ji Min quien quiso empujar al animal al ver su distracción, buscando bajarlo de la cama.

No obstante él que terminó de culo fue él. Al sintirse ofendido frunció el ceño ante la fija mirada del animal, quién bajo sus patitas dispuesto a otra ronda de juegos que Ji Min no iba a negarle.

Después de 15 minutos Yoon Gi escuchó un cuerpo caer, por lo que detuvo su cantar prestando atención al silencio, en espera de alguna afirmación. Al no obtener más pruebas, alzó los hombros despreocupado, retomando asi su canto, ignorando por completo la guerra que esos dos armaban en la habitación ajena a la que estaba él.

▪️EN LA PENUMBRA DEL OLVIDÓ || PJM ✧ MYG ▪️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora