03. ¡Gracias padre!

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— ¿Otra vez fumando? — Young Mi exclamó disgustada al ya no poder soportar el olor impregnado en la elegante ropa del menor, quien tenso los hombros por la repentina interrupción en pleno silencio.
— ¿Qué deseas madre? — Susurró Yoon Gi dándole una profunda calada al cigarrillo que sostenía entre sus dedos, aún dándole la espalda hacia la mayor, quien negó frustrada, comenzando a pisar el suelo constantemente con la punta de su zapatilla, por simple ansiedad. — ¡Deja de fumar, por una buena vez y mírame a la cara, insolente! — Gritó la mayor, provocando que Yoon Gi brincara del susto.

El menor podría retar a su madre, sin embargo jamás dejaría de darle miedo cuando esta enfurecía.

Yoon Gi apago el cigarrillo con ayuda de la pared, ignorando la mancha negruzca que dejo en la bonita pintura color crema, intentando fingir la misma seriedad que la mujer, al finalmente enfrentarla de frente.

— ¿Feliz? — Exclamó cruzando los brazos, queriendo portar superioridad al esperar a su madre hablar.
— No. — Negó chasqueando la lengua. Amarga por el mal día que ya estaba terminando peor de lo que ella imaginó. — Antes de que armes un escándalo a tu padre por mi propio interés hacia ti, espero que comprendas y memorices el hecho de que reconozco el que ya no seas un niño pequeño. Sin embargo tus berrinches me han calado mi paciencia. ¡No solo me has avergonzado enfrente de mis amistades, sino que no conforme, lastimas a la pobre mujer, que no ha hecho más que, encontrar tu felicidad sin recibir nada a cambio! — Gruñó, exaltando el volumen de su voz. — ¿Logras estar feliz con ello? ¡Simplemente no logro entenderte, entiende de una buena vez que solo quiero tu felicidad, nada más que eso deseó! — Sollozó en voz baja, mirando agobiada a su propio hijo quien no tenia rastro alguno de terminar bien, la conversación.
— No quiero hablar de eso, ahora madre. — Pausó chasqueando la lengua. —No ahora con tu estado y el mío. Espero y entiendas que en vez de arreglarlo lo empeorará.  — Exclamó Yoon Gi, dejando aturdida a la mujer quién balbuceó explotando de rabia al verlo dar una reverencia. — ¡Eres un sin vergüenza! — Gritó lanzándole una potente cachetada que resonó en la mejilla del menor, quién solamente sujeto su mejilla que ahora ardía por la fuerza ejercida en ella. — ¡Lárgate ahora mismo y reflexiona sobre tus actos. Te lo advierto, no regreses hasta que seas responsable de tus actos y dejes de huir como un miserable cobarde! — Gruñó siendo ella, la primera en irse.

Yoon Gi derramo una sola lagrima que no pudo esconder, al sentir su corazón encogerse por tanta presión en sus propios errores del pasado que ahora venían a sobrellevar su cordura en la actualidad.

Shung Hee quien había salido a supervisar la ausencia de ambos, maldijo al verlos discutir por milésima vez. Sin embargo no espero tal acción de la mujer quien siempre la considero moderada.

Él no era estúpido, sabía contar la realidad con su mero punto de vista a diferencia de su amada esposa, quien se aferraba a una completa tontería.

Rogándo a todos los dioses no joder más las cosas, corrió a abrazar al menor quien afortunadamente le correspondió, viéndose vulnerable como en el pasado.

Como aquella noche donde lloró tanto porque su abuelo había muerto y Young Mi estaba tan ocupada con el papeleo y los preparativos del funeral como para brindarle un abrazo que él pequeño Yoon Gi jamás pidió en voz alta, no obstante suplicaba por ello en el alma.

— ¡Tranquilo pequeño, estoy aquí! — Susurró, viendo hipar al menor quien ni siquiera se inmuto en avergonzarse.
— ¿Papá debería llevarte a tu departamento y preparar leche con polvo de vainilla? — Exclamó divertido, viendo a Yoon Gi reír entre lágrimas y mocos a los que sorbía teniendo la nariz roja.
— Solo ve con ella. — Susurró limpiando sus ahora ojos hinchados. — Ve con mamá, y prepara tu mejor postre para que ella sonría, porque tu hijo es un insolente que la ha hecho enfadar y de seguro ella está llorando, porque es vulnerable como yo lo soy. —Shung Hee asintió en silencio, antes de pasar sus dedos en las mejillas rojizas del menor, quien bajo la mirada. — Iré con ella, siempre y cuando me prometas que irás a casa directamente a descansar. — Pausó. — Olvida todo, y concéntrate en ti mismo.
— Tengo que dejar a  Surán, aún.
— Lo haré yo, no te preocupes. Lo repito céntrate solo en ti. ¿Cuento con ello, bebé? — Yoon Gi asintió antes de alejarse del cuerpo cálido y hacer una reverencia. —  Tú madre, ella está bien. En cambio debes ser específico con tu futuro antes de que ella interfiera, como cualquier madre que solo busca el bienestar sin fijarse en sus propios errores, al estar cegada.
— Perdón, papá. Perdón por no ser el hijo que ella desearía.
— Tienes tus razones, y yo creo en ti, pequeño. Ahora olvídate de todo, y empieza a creer más en ti mismo, en tu futuro, en lo que buscas y en lo que no. Además asegúrate de eliminar lo que esté de menos en tu vida. —Guiñó el ojo, antes de empezar a caminar, siguiendo el rastro de su amada quién lloraba desolada en su habitación.

▪️EN LA PENUMBRA DEL OLVIDÓ || PJM ✧ MYG ▪️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora