18. Día - 06

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En el primer impulso de saciar el tormento de querer tocar a Yoon Gi, Ji Min lentamente se acercó a realizar lo que su propia mente le jugaba a su poca razón humana. En un primer momento tocó su pecho que estaba refugiado de calor, calor que quería sentir en lo más profundo de sus entrañas. Después, acarició sus brazos despacio, y fue en ese momento que Yoon Gi lo miró con una tímida sonrisa en su rostro y correspondió a su afecto, devolviendo las caricias a su mejilla que estaba extrañamente de un color carmín, tan ligero que no le preocupaba en realidad, ya que desde que había sufrido toda clase de eventos, él había estado generando cambios emocionales. Y por primera vez en todo lo que él podía recordar, Ji Min interrumpió sus pensamientos al sentir sus labios estampados en los suyos.

Un piquito que siempre robaba.

Sin embargo, la confusión en su rostro, causo apenas una risa que se perdió en la ligera oscuridad de la habitación.

— ¿Qué? — Preguntó Yoon Gi aún con la sonrisa en los labios cerrados.
— ¿Puedo... — Pausó nervioso.
— ¿Puedo tocar tu espalda desnuda? — Preguntó Ji Min a fija mirada de él otro.
— ¿Perdón? — De todo lo que Yoon Gi puede imaginarse, el hecho de que Ji Min quiera tocar su espalda es lo que menos pasaría en su mente.

Sorprendido más no dispuesto a negar la solicitud de Ji Min, se acercó a él para tomarle sus manos quienes estaban tibias, esté de inmediato vio su aprobación y se coló en su piel. El toque fue similar a un escalofrío que se colaba en tiempos más fríos que los que se presentaban ahora, más la cercanía que los mantuvo un momento en pleno silencio, Ji Min se dedicó a tocar la sensible piel como el pincel que merecía trazar la firmeza de una hoja.

Yoon Gi se recostó en él, sintiéndose bien entre sus brazos y más pronto que nunca, Ji Min beso delicadamente su nuca la cual estaba expuesta para su propio deleite que nunca pidió, más siempre había probabilidad de aprovechar las oportunidad.

Un toque por allí y otro por allá, Yoon Gi y Ji Min al final de cuentas terminaron uno sobre el otro en la cama. Sin tener intenciones sexuales, ya que existía más la curiosidad que siempre dejaba al gato por más.

Compartieron un par de besos babosos, más el ambiente se destruyó en cuanto la puerta fue tocada cinco veces. Por lo que los dos se separaron abruptamente.

— ¿Si?
— Baja a cenar. — Exclamó Young Mi. 

— Si mamá.

— ¿Dónde está la habitación de ese chico voy a-
— No te preocupes, yo iré a por él.
— Oh, está bien. ¡No lleguen después de las 9pm! — Exclamó antes de retirarse de la puerta.
— Sí.

Ambos se sumieron en un pequeño silencio que terminó en cuanto Yoon Gi abandonó el cuerpo del otro, con una pequeña sonrisa cómplice. Eh inmediatamente bajo a los 10 minutos a cenar, bajo la atenta mirada de sus padres quienes le recibieron.

— Disfruten de la comida.

Pasando la media noche, los mayores fueron los primeros en retirarse. Y seguidamente Yoon Gi fue tomado entre los brazos de Ji Min, quién lo llevó hasta su propio cuarto, en dónde ambos se acomodaron hasta estar juntitos.

— Bebé...
— Ellos no van a notarlo. — Exclamó Yoon Gi en cuanto vió dudar a Ji Min.
— A tu madre no le agradó.
— No me interesa. — Pausó. — ¿Te incómoda? Puedo rentar un departamento para nosotros, si quieres.
— No, no... No es para tanto.
— Mi privilegio eres tú.
— ¿Que debería hacer si me atacas así?
— Besarme, la pregunta ofende.
— Pícaro.
— ¿Yo?
— ¡Sí! Justamente hace un rato casi me comes, y te atreves a sentirte ofendido.
— No sé a qué te refieres.
— Ya no te queda el hacerte inocente.
— Solo quiero tocar, ¿Ya?
— ¡Oh dios mío! ¿Acaso mi hombre únicamente tiene el rostro de un bebé o por qué se ha vuelto tan sexy? Grr, grr...
— Al escuchar dichas palabras Ji Min no pudo resistir y comenzar a reírse.
— ¿Te estás escuchando? — Pausó limpiándose una lágrima de sus ojos.
— ¡Claro que me estoy escuchando!
— ¡Ya, no te burles! — Gruñó.
— Nunca estuve bromeando cielo, si tú quieres... Puedo enseñarte... Cositas.
— ¿Incluye tocarte?
— 90% y 10% de acción.
— ¿Y por qué no me lo sugeriste antes?
— Por qué nunca lo mencionaste.
— Hazlo ahora.
— No, en otro momento.
— ¿Mañana?
— Mañana iré al hospital, ¡Buenas noches amor! — Susurró Yoon Gi.
— Eres un tramposo.
— No bajes la guardia.
— ¿Por qué?
— Solo tu vas a saber.

▪️EN LA PENUMBRA DEL OLVIDÓ || PJM ✧ MYG ▪️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora