▪️EN LA PENUMBRA DEL OLVIDÓ || PJM ✧ MYG ▪️

05. ¡Mi dulce Moka!

— Hijo... — Shung Hee, susurró sorprendido al ver a Yoon Gi sonreírle frente a la puerta de su despacho. Decir que su corazón estaba emocionado era poco, tomo un suspiro y fingiendo tranquilidad le hizo señas, al otro para que se acercara.
— ¡Que sorpresa me has dado! — Yoon Gi, sonrió tímido tomándole por el hombro en un abrazo silencioso, que hizo asombrar al mayor después de una semana de aquel incidente donde Young Mi lloró desolada por haber perdido el control en el chico. Por supuesto, él le acaricio el rostro las veces necesitarias y de igual manera le hizo ver las cosas, desde una perspectiva menos amenazante como lo veía, ella.

— Papá, perdona venir sin avisar. Solo, solo quería pedirte... ¡Claro solo si estás disponible!
— Pide lo que quieras, príncipe.
— ¿Puedes cocinar  brochetas para mí, papá? — Entre un puchero susurró Yoon Gi, para después fruncir el ceño al ver a su mayor producir una escandalosa risa. Shung Hee
esperaba todo, menos comida.

— ¡Papá, estoy hablando enserio! ¿Cuál es la gracia a esto? — Gruñó, efuruñado.
— ¡Vale, vale! Te prepararé la más crujiente carne, mi pequeño terrón de azúcar amarga.  — Susurró Shung Hee al acomodarse el traje perfectamente blanco, yendo directamente hacia la cocina.

Mientras que a sus espaldas brincaba un muy alegre Yoon Gi.

Shung Hee, no podía evitarlo. Yoon Gi devoraba como un león hambriento cada pedazo de carne y ni decir de la velocidad en la que ingería el alcohol.

— ¿Te estás alimentando bien? — Yoon Gi, asintió. — No cuenta el ramel instantáneo, ¿De acuerdo?. — Shung Hee gruñó, al ver a Yoon Gi atragantarse inesperadamente. — ¿Que te impide contratar algún servicio?
— Nada, simplemente no me agrada, aquella idea. — Pausó. — Mayormente siempre estoy ocupado, y aunque ahora hay una excepción, simplemente no me veo compartiendo mi departamento con alguien más.
— Puedes contratar a alguien por cierto tiempo, ya sabes, para que así haga lo indispensable.
— No, gracias papá. Estoy bien como lo es ahora.
— ¡Dios, que terco! — Entrelazó sus manos él mayor.

Prontamente sintiéndose molestó, por la negativa.

— Cuida más de ti, ya no eres un niño, hijo. — Yoon Gi sin parecer afectado, volvió a asentir. Tomando un poco más de alcohol. — ¿Deseas un poco?
— ¡Disfrútalo, cariño!
— ¡Bien, bien!

— ¡Gracias papá, enserio te amo! ¡Eres el mejor, tú y mi mamá son los mejores! Aunque ella me odie ahora mismo, es la mejor.  — Exclamó Yoon Gi viendo a medias a su padre quién lo había acompañado hasta su departamento, después de haberse pasado de alcohol.
— Sí, sí lo sé tonto. — Exclamó él mayor viendo al otro, caer en el sofá mientras hacía pucheros.
— Me iré ahora mismo. Prométeme que tomarás una ducha, eh irás a dormir.
— Sí, sí, lo prometo. ¡Te prometo comer muchas brochetas de cordero! — Susurró adormilado.
— ¡Porque papá, es el mejor!
— Shung Hee enternecido, gruñó.
— Bien, bien, basta de tanto halago. ¡Me harás sonrojar!
— Yoon Gi negó divertido, sin dejar de sonreír. — Estoy por irme, sin rodeos... ¿Estarás bien?
— Voy a estar bien, papá.
— Siempre creeré en ti hijo, ¿Lo sabes verdad? — Yoon Gi asintió, yendo hacía al mayor para así poder permitirse, abrazarlo por milésima vez, dejando caer una lágrima que no paso a desapercibido por Shung Hee.
— Me iré ahora. — Exclamó, alejándose del hombre viendo a este sonreír. Definitivamente dudaba que al amanecer tuviera recuerdos, de lo sucedido. Sin embargo, no podía darse el lujo de estresarse, al tener ya suficiente con el suyo mismo.

Después de haber tomado una ducha a medias, Yoon Gi podía ser capaz de sostenerse así mismo, sin caer en el intento.

Con el aura serena fumó su tercer cigarro de aquella madrugada, ¿Qué hora era?