Juntos en Sherwood - Una Promesa para Ti

Capitulo 2: Robin y el Rey Parte 2

Escenas anteriores a este capítulo:

Robin y sus amigos ayudan al Rey Ricardo, quien invita al hijo del barón de Locksley a vivir en el castillo, lo que enoja al príncipe Juan.

En la actualidad:

- Creo... Que debo ir a comprar un nuevo pastel - dijo Tuck.

- Es una excelente idea - le respondió Derke, quien tenía los ojos brillantes por la repentina alegría - Te acompañaré - saltó inmediatamente a su hombro - Vayamos.

- Nos vemos luego chicos - se despidieron.

Robin se reincorporó y de inmediato ayudó a Marian.

- No había tenido la oportunidad y el momento justo para decírtelo, pero - tiró de su brazo para atraerla - Me alegra mucho que estés de vuelta - la envolvió en un cálido abrazo que, si bien al principio no pudo responder terminó correspondiendo.

"Te perdono todo, solo dame tiempo para saber si quiero tenerte cerca o no" pensó Robin.

"El aroma embriagador a madera de su olor personal y el calor de su piel contra la mía.  Realmente está en mis brazos" pensó Marian.

Se separaron suavemente.

- Los chicos están abajo - dijo Robin mientras tiernamente acomodaba un mechón de su rojizo cabello y Marian tuvo un deja vú con aquel inventé juego de tiempo atrás, cuando no tenía idea de todo lo que sucedería en la guarida, en el bosque, con los dos y menos tenía idea de lo mucho que cambiaría ella.

¿Será posible que Robin albergara el mismo sentimiento?

Quiso pegar su rostro a la tibia mano que aún acariciaba su cabello, pero fue retirada con brusquedad mientras Robin sonreía. Sintió miedo, no quería querer sola, quería que la quisieran con la misma intensidad.

- ¿Quieres comer algo conmigo? - la chica negó suavemente con la cabeza - ¿Quieres hacer algo?

- Ricardo se va hoy y no regresará hasta su cumpleaños. ¿Deberíamos despedirnos de él? No creo que se quede mucho tiempo.

- Vayamos ahora. Pequeño Juan y Scarlett seguramente no se molestarán si los dejamos solos un rato - le guiñó un ojo y Marian sonrió ampliamente.

Se despidieron de los chicos y salieron rumbo al bosque. Marian creyó que preguntaría por su viaje, pero no fue así, Robin estaba más interesado en especular en la vida amorosa de su mejor amigo y pronto lo hizo saber.

- ¿Qué crees que estén haciendo? - aunque un poco desilucionada, ella respondió con naturalidad al intuir de quien se trataba la pregunta.

- Hablando. Qué otra cosa podrían hacer.

- No podemos saberlo.

- Tampoco deberíamos, es asunto de ellos.

- Tienes razón.

Avanzaron sin más muestras de querer hablar con el otro, para mayor desilusión de Marian, que se negaba a dar el primer paso e intentar algo.

Cuando estuvieron a punto de salir del bosque supieron que algo no andaba bien, ¡Ricardo ya no estaba! El príncipe Juan daba órdenes a los guardias preparándolos.

Robin tuvo que huir de nuevo.

- La próxima vez que el rey venga, asegúrate de que nos vea juntos - pidió Robin - Así habré cumplido mi promesa.

- ¿Qué promesa?

- Ricardo debe pensar que todo está bien entre nosotros.

Marian ingresó al castillo mucho más desilucionada que antes.

- ¿Por qué fui tan tonta? - se preguntó a si misma una vez que se encontró en la intimidad del refugio de su cuarto - Evidentemente fui la única que pensó que todo iba a ser como antes - resopló con fuerza pero casi de inmediato volvió a sonreír ampliamente y a sentir como su cuerpo se llenaba de emoción - Verte de nuevo hace que mentirle a mi familia valga la pena. Verde hace que cualquier cosa valga la pena. Voy a recuperar todo lo que perdí.

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