Capítulo 12: El huevo de dragón

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Escenas anteriores a este capítulo:

La guardia real le confisca una gallina a una granjera para la cena del príncipe Juan. Para ayudar a la granjera, Robin le ofrece un "huevo de dragón" al príncipe, pero no es más que un huevo de gallina pintado.

En la actualidad:

¿Había cambiado algo en Robin? Quizá todo seguiría siendo normal siempre que los chicos estuvieran ahí para impedir que comenzara una nueva pelea entre ellos.

Marian deseaba profundamente que todo se arreglara entre ellos y durante los días posteriores a si discusión ese deseo se convirtió en consuelo que contrarrestaba el sufrimiento de la indiferencia y resultaba agradable.

No había pensado seriamente en que retomar su relación porque no quería ser imprudente y provocar que Robin se sintiera forzado a tomar una decisión, con amarlo y que él lo supiera bastaba.

Lo había causado mucho daño y se había castigado con esto más veces de las que pudo reconocer, pero tenía claro que Robin aún guardaba aprecio para ella, sus momentos se cargaban de atracción mutua sin querer.

¿Era Julieta una intrusa en su cuento de hadas? No sabía decir que estaba segura de que un relato fantástico fuera su caso, aún cuando al caer la noche y dejara su imaginación volar libremente esto pareciera ilógico y en el día completamente normal.

Buscar respuestas solo aumenta el número de preguntas y a todos nos asusta la incertidumbre de no poder respondernos a nosotros mismos.

No estaba enojada con Robin, no en ese momento, solo sintió que la abandonó cuando le dijo que no la necesitaba. En una ocasión que parecía tan lejana ahora, Robin le había dicho que Julieta no le interesaba del modo que ella creyó, nada garantizaba que su opinión fuera la misma pero prefería creer que era así, somos dueños de nuestro sufrimiento.

La imprevista situación que presentó a Julieta hace tiempo parecía minúscula si le comparaba con lo que Robin y Marian vivieron como pareja después, el amor, el deseo imposible de negar, el vínculo que los unía y la entrega que ambos estaban dispuestos a darse opacaba cualquier desliz. Cuando casualmente Marian recordaba esa serie de sucesos no encontraba disculpa válida para su comportamiento y era una suerte que nadie la pidiera.

Tenía la impresión de que la ayuda de Robin para Derke unió otra vez los lazos del amor que creía separados e irreparables.

Un mundo ignorando surgía en Robin, en la intimidad de su soledad y Marian no deseaba otra cosa que adentrarse en el, descubrir sus secretos hermosamente delicados, y lo extraordinario de su esencia, crear momentos inolvidables que pudieran superar cualquier fantasía que surcara su mente, hacerce ilusiones alegra la vida.

Sin importar cuánto y cuántas veces lo pensara la conclusión era la misma; hace mucho tiempo se había perdido en su amor inmenso hacia Robin, toda ella, seguramente pasaría mucho tiempo ahí, no importaba si realmente no quería salir de ahí nunca, tenía la impresión de que Robin había cortado el hilo que la unía a sus antiguas convicciones, esas que no le permitían defender sus ideas frente a las personas con quiénes vivió toda la vida.

A menudo recordaba la confesión que le hizo una noche, un deseo suyo, macabro y cruel ¿Cuánta pérdida de nuestras propias emociones necesitamos para considerar como opción quitarle la vida a alguien? El seductor recuerdo de Robin confesando su debilidad la hizo sonreír, es de humor el morbo que le damos al sufrimiento ajeno, pero para Marian es solo una muestra de confianza.

Nadie debería preguntarse por qué Robin resultaba tan atrayente para todo, "Conviértase en un sol y todo el mundo lo verá. Al sol le basta existir, ser lo que es" escuchó alguna vez, a nadie podía aplicarse mejor.

Estaba totalmente enamorada.

629 palabras 💚💙

Feliz año nuevo a todos <3

Juntos en Sherwood - Una Promesa para TiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora