Capítulo 22: Marian Evanescence

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Escenas anteriores a este capítulo:

El libro de hechizos de Marian cae en las manos del príncipe Juan, y él comienza a usarlo, pero no lo cuida bien. Con cada página dañada, el cuerpo de Marian se vuelve un poco translúcido, ¡Y puede llegar a desaparecer!

En la actualidad:

¿Cómo te digo que te amo y que quiero protegerte?

- Parece que estás haciendo bien tu trabajo, estás cumpliendo, algunas personas te han visto con esos despreciables chicos - estas palabras bastaron para que Marian se asustara sobremanera, en su conversación con Scarlett no estuvo presente porque nunca sintió que podía contárselo, aunque fuera su mejor amiga.

Aquellas palabras seguramente podrían repetirse ahora, era casi seguro que alguien la miró con los chicos, además debía resultar sospechoso que Robin hood robara un libro de magia que nunca volviera a ser visto, suponiendo que contaran con la suerte de no ser víctima de los caprichos del príncipe una vez más.

No estaba muy segura de que alguien creyera que Robin lo hacía por capricho de humillar a su enemigo una vez más, siempre se podía contar con el buen juicio del héroe de Sherwood que no perdía el tiempo con nuevos triviales para dañar al príncipe, al menos la mayoría del tiempo.

Marian estaba pensando en visitar a Katy en los días venideros, realmente la extrañaba, pero el tiempo hace estragos con las personas, las convierte en lo que siempre negaron ser, lo que más odiaron o lo que temía y cuando las encuentras, al cabo del odioso tiempo, te das cuenta de que nada permanece y te asusta que eso pase también contigo, ¿Quién no se ha sorprendido actuando como tanto despreció sin poder cambiar lo ya hecho? A Marian le asusta haber sido engañado por sus sentidos y no encontrar más en Katy aquellas cualidades que de niña quería también para ella.

Robin pareció empeñado en agradar a Katy la última vez que se vieron, al menos fue la impresión que le dió en la visita que resultó tan informativa para si; cuando acompañó a la costurera, aún contra su voluntad, a la cocina de la casa pudo rescatar de su conversación que Katy era tan servicial como siempre.

- No es que no esté acostumbrada a la ayuda - respondió cuando Marian lo sugirió sutilmente - Pero la princesa es diferente a la inquilina.

- ¿Usted le enseña el oficio a cambio de ayuda con el trabajo? - preguntó mientras ponía las tazas sobre una bandeja para servirlas.

- Así es, también recibo un pago quincenal por mis lecciones y se ocupa además del quehacer de la casa, cosa que yo no puedo por hacer por falta de tiempo, sé que no estamos equilibradas con los deberes pero Katy nunca ha manifestado descontento con la situación.

Cuando regresaron a la sala la chica lucía encantada y Marian quería saber por qué, definitivamente debía visitarla.

478 palabras 💚💙

Juntos en Sherwood - Una Promesa para TiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora