Escenas anteriores a este capítulo:
Para no ser atacado por Robin mientras cobra impuestos, el principe Juan traza un plan para traer oro al castillo y guardarlo en una caja fuerte.
En la actualidad:
Marian se sorprendió a sí misma recordando con cierto cinismo la fiesta de l aldea, la fiesta después de la persecución de Flynn. Esa noche había intentado decir que no y Robin lo sabía, había encontrado dos verdades diferentes, una en sus ojos, que pedían a ambos usar la razón, y la segunda, en la frenética respuesta de su cuerpo, y hasta él tuvo un asomo de dudas al tocarla.
Había tratado de olvidarlo, de dejar ese recuerdo en el pasado, en Nottingham, pero siempre volvía y nunca solo, lo acompañaban las sensaciones y demás memorias que atormentaron su viaje.
Lady Rohesia había regañado dos veces ya, se suponía que se estaba encargando de los preparativos generales de la fiesta de Ricardo y la sorprendió estática hundida en sus pensamientos y dando excusas vanas porque nunca se atrevería a dar el mínimo asomo de lo que rondaba su mente.
El principe no había querido salir, para empezar ni él mismo podía creer que lo habían robado de una manera tan absurda y a la vez misteriosa, se negaba a aceptar por verdaderas las palabras de las guardias que aseguraban su participación en el saqueo, a pesar de que estas se acumulaban cada vez más en los rumores de pasillo.
Marian no había tenido tiempo de enterarse de los pormenores y tampoco quería hacerlo. Tampoco pudo reunirse con sus amigos, y era más que evidente que ha no recibía visitas espontáneas.
Por otro lado resultaba gratificante estar ocupada, pero si lo pensaba detenidamente no había parado de pensar en aquello que habría preferido evitar. Era muy sencillo evitar la perspicaz y penetrante mirada de Lady Rohesia con una excusa que disimulaba muy bien lo que guardaba dentro de si, pero no podía fingir un pensamiento, sabía que estaba ahí y no podía alejarlo, no podía porque no quería y le molestaba esa terca negación.
Mientras se encaminaba a la cocina de Matilda cuestionó sus propias rememoraciones, inquiriendo en por qué no eran más frecuentes los recuerdos felices y tranquilizantes que los frustrantes, inquiriendo en por qué Robin aparecía en todos, pero no supo dar respuesta a ninguna pregunta.
Varias semanas antes de partir lo había pensado con un cruel rastro de desprecio que en ese momento ya no estaba. No pudieron hablar tanto como ella habría preferido y él señaló, pero estaba ahí, siempre, el sincero interés en cada palabra, sin embargo no había amor
- Lady Rohesia quiere saber si puedes encargarte del pastel de cumpleaños de Ricardo - anunció a Matilda a modo de saludo, ella solo asintió para después preguntar:
- ¿Estás bien? Luces muy cansada - parecía muy preocupada.
- Para nada, debe ser porque no pude dormir del todo bien. Pero prometo que estoy bien - intentó esbozar una sonrisa para tranquilizarla, pero resultó en una mueca de aflicción.
- Dime si necesitas ayuda - pidió - O díselo a Scarlett.
- Lo haré - prometió y salió de la cocina.
No soportaba la idea de mentirle a Matilda, había sido buena desde el principio, por eso le contó que había pasado una mala noche aunque voluntariosamente omitió el detalle de que una silueta la perseguía en sueños lúcidos como un fantasma de media noche a una desafortunada víctima de la parálisis del suelo. No la asustaba, quería seguirla porque conocía a su dueño y le perturbaba en gran manera no estar totalmente dormida o despierta y poder seguirlo en cualquiera de los dos mundos, el real que, aunque difícil duraría para siempre, o el ficticio, el que acabaría pronto pero la haría más feliz.
Iba de regreso con Lady Rohesia para informar la decisión de Matilda y casualmente la encontró en el camino, Katy, antes de Scarlett había sido su amiga incondicional hasta el día que desapareció.
Había trabajado en el castillo tiempo atrás y enviaba dinero regularmente a si familia que, según decía de encontraba en otro condado y no pudo acompañarla. Era amable y cálida, y tan dulce, obediente y noble que hasta el principe Juan le dedicaba alguna sonrisa espontánea cuando se acercaba.
Superaba a Marian por un par de años y algunos meses, y aunque era reservada había contado a la princesa que tenía un hermano mayor nacido con una enfermedad huérfana que nunca le permitió caminar y consumía el tiempo y dinero de sus padres, evidentemente era ella quien evitaba que sus padres murieran de hambre y con el pequeño John.
Era muy buena en la música, así que en rey permitió que tomara clases de música junto a la pequeña Marian que apenas comenzaba a tener conciencia de la muerte de sus padres y su hogar permanente. Se reunían una hora por día con un reconocido músico del reino que visitaba Nottingham por primera vez. Nadie se sorprendió cuando en maestro pudiera una hora más del tiempo de Katy, pero fue en ese momento dónde todo acabó para ella.
La sonrisa de Katy fue desapareciendo poco a poco y también comenzó a distraerse y en el castillo evitaba a su profesor de música al que luego calificaría de manipulador sin explicación alguna, a excepción de Marian que contaba sus cinco años con sus pequeños deditos tenían la sensación de que algo pasaba.
- ¿Te ha tocado alguna vez? - sintió miedo y no supo explicar por qué, aunque sintió curiosidad lo olvidó rápidamente, cómo a Katy, que no esperó mucho para desaparecer.
La tenía nuevamente de frente, sus pequeños ojos negros la miraban con tristeza aunque tuviera dibujada también una sonrisa, parecía muy lejana.
- Volví Marian. Tengo un empleo como costurera. Debemos hablar pero no aquí. Visítame - la princesa dijo que si a todo con la cabeza, entre las palabras que escuchaba también recordaba. Katy se dió la vuelta para irse y mientras miraba su oscuro cabello Marian murmuró para si:
- No soporto seguir lejos de ti, Robin, hay tantas cosas que quiero hablar contigo - se dió la vuelta para por fin ir con Lady Rohesia, con su antebrazo cubriendo la mitad de su rostro que quería deshacerse en lágrimas que tenía que ocultar.
1036 palabras 💚💙
Al fin XD más de mil palabras
¿Les gusta este nuevo personaje? Quiero desarrollarlo más XD
ESTÁS LEYENDO
Juntos en Sherwood - Una Promesa para Ti
Storie d'amore"Estarás presente en mi vida hasta el último liento. Te amaré más allá de la vida misma, más allá de todo. Al final solo seremos tú y yo" Esa es mi promesa para ti. Marian regresa a Nottingham después de mucho tiempo lejos engañada por su primo para...