Escenas anteriores a este capítulo:
Cuando una serie de misteriosos robos afectan la aldea, los residentes entregan todos sus ahorros a Pequeño Juan, quien los cuida. Sin embargo, Pequeño Juan cae bajo los encantos de Alessandra, una quesera que parece ocultar algo.
En la actualidad:
- ¿No han notado que Alessandra y la hija de la herrera se parecen un poco? - los chicos pararon la caminata y se quedaron mirando a la nada durante largos segundos, pensando seguramente que tenía razón, demasiada razón - O quizá yo lo esté imaginando - dijo tratando de arreglar lo anteriormente dicho aunque ya no fuera posible.
Scarlett lo había pensado mucho y muy bien, Pequeño Juan tenía el pleno derecho de sentirse atraído hacia quien mejor le pareciera, incluso si era una criminal dedicada a hacer miserable la vida de quienes robaban. Quizá dedicarse a ayudar al mejor benefactor del condado no era suficiente para gustarle a un chico que prefiere a ese tipo de personas.
Ya había pasado un buen rato desde que Alessandra escapó y ya debía estar muy lejos de Nottingham, pero Scarlett no dejaba de pensarla, las cosas funcionan mejor cuando no las cuestionas demasiado.
Pequeño Juan no se damnificaba tanto a si mismo, dejó ir a la chica con tanto cariño como pudo, perdonando sus errores e intentando mantener una imagen buena de ella aunque me costara pensar en positivo.
Tuck estaba seguro de que pequeño Juan quería buscar a Alessandra, así que tenía un plan, para esto debía deshacerse de las chicas, no quería que Scarlett saliera lastimada por su inocente deseo de ayudar y era más sencillo mantener el secreto entre chicos.
Robin y Marian pensaban casi lo mismo que Scarlett, si él quería podía estar con quién quisiera, pero les preocupaba profundamente que a Scarlett le doliera esa decisión, que le dañara. Ninguno de los aceptaría ayudar a Tuck en su plan.
Marian no estaba segura de que Scarlett pudiera perdonar esto, después de todo se mostró lo bastante interesada en ella como para creer que un cambio tan drástico de opinión pueda ser posible siquiera y sabía que su amiga, aunque no lo admitiera estaba muy ilusionada. Cuando se corrió el rumor de que Robin secuestró a Isabelle y robó una carreta para escapar inmediatamente supo que se trataba de una mentira, y aunque después descubriera que era verdad no habría podido negarse a ayudarlo, de eso se trataba corresponder al amor de un criminal, nunca sabría cuál era su límite porque este lindero metafórico estaba con él y sin importar cuánto conozcas a una persona nunca vas a conocer sus límites.
Horas antes el principe habló con ella, aunque Marian había olvidado casi por completo que era su misión infiltrarse en la banda de criminales para ayudar al príncipe Juan en su plan para destruir a Robin, pero su primo no, y después de tanto tiempo se notó interesado en esto agregando el pequeño detalle de la colaboración de Scarlett.
- Te pedí que no le dijeras a nadie de mi plan, puede ser peligroso, Robin podría enterarse.
- No le doke a nadie de esto, lo juro.
- Entonces por qué Scarlett se ha visto involucrada con esos ladrones, los guardias vieron resguardando el animal que Robin Hood se llevó después.
Marian no sabía cómo convencer a su primo de que Scarlett no estaba involucrada en su misión, así que explicó de la mejor forma que pudo que esta serie de eventos fueron solo una casualidad; Scarlett ayudaba en la cocina cuando el principe envió a Lulú para ser cocinada.
El principe pareció satisfecho con la desesperación de Marian, que estuvo a punto de arrodillarse en el salón del trono para que le creyera.
No valía la pena rogar piedad a su primo para dejar que un chico lastimara a su mejor amiga.
Los cinco empezaron a separarse, Tuck llevándose a Robin y Pequeño Juan y Marian a Scarlett, ninguno se opuso.
Marian y Scarlett continuaron la caminata muy tranquilamente.
- ¿Te sientes bien? - preguntó Marian cundo estuvo segura de que los chicos ya no estaba con ellas.
- ¿Por qué lo preguntas?
- Por Alessandra - Scarlett lo pensaba mucho y a Marian no le gustaba ese silencio.
- Si - Marian lo miró con tristeza, el tono de su voz la delataba.
- ¿Necesitas hablar sobre eso?
- Creo que estoy bien, sobre todo porque Pequeño Juan está bien, supongo que es lo importante ¿No? Que él sea feliz.
- Pero que pasa si no eres feliz, no sacrifiques tu felicidad por otra persona.
- No podría, esto pasa cuando quieres a alguien, quieres que sea feliz y no importan las condiciones.
Marian abrazó a su amiga, porque la entendió desde su silencio, y estaba segura de que aunque Pequeño Juan fuera una excelente persona nunca estaría segura de que alguien mereciera a su mejor amiga.
Tuck también habló con sus amigos cuando estuvieron solos, era hora de poner en marcha su nuevo plan.
- Pequeño Juan ¿Te gustaría volver a hablar con Alessandra?
- Claro que me gustaría - dijo luego de soltar un largo suspiro - Podemos ser buenos amigos.
- ¿Y Scarlett? - preguntó Robin.
- Creo que con Scarlett no podríamos ser amigos - hubo un momento de silencio, Pequeño Juan sonrió - No quiero ser su amigo.
Sus amigos entendieron al instante y Tuck se guardó las palabras que iba a decirle.
Robin quiso bromear con esto, diciéndole que cuidara bien a su prima pero también se guardó sus palabras, ver a su amigo tan ilusionado era suficiente para saber que ambos estarían bien.
914 palabras 💚💙
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Juntos en Sherwood - Una Promesa para Ti
Romance"Estarás presente en mi vida hasta el último liento. Te amaré más allá de la vida misma, más allá de todo. Al final solo seremos tú y yo" Esa es mi promesa para ti. Marian regresa a Nottingham después de mucho tiempo lejos engañada por su primo para...