Comía. Tuck comía su tercer comida del día y no pasaban de las diez de la mañana. Sus amigos probablemente estaban ocupados en sus propios asuntos dentro de la guardia. Habían muchos pájaros esa mañana y Tuck se entretenía escuchándolos cantar mientras terminaba de comer.
La puerta principal se abrió de repente asustándolo y dejando ver la figura de Robin entrar al tiempo que Pequeño Juan llegaba también a la sala para reunirse con ellos.
- Había mucho alboroto en la aldea hoy - fue lo primero que se escuchó.
- Creí que estarías más emocionado - dijo Pequeño Juan cruzándose de brazos. La expresión de Robin dió a entender que no sabía a qué se refería así que continuó - La princesa de Inglaterra regresa regresa hoy al castillo de Nottingham.
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Tres ladrones seguían de cerca el carruaje que atravesaba el bosque liderados por un arquero al que no le cabía el corazón en el pecho.Marian lo presentía, casi lo sentía cerca, el olor del bosque era inconfundible, no imaginaba que estaban ya dentro de el. Menos imaginaba que Robin estaba tan cerca y tan ansioso como ella.
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Entrar al castillo le trajo recuerdos. En el camino se mordía los labios hasta que notó el sabor metálico de su propia sangre y tuvo que parar.Cada pasó que la acercaba al salón del trono hacia que las miradas sobre ella fueran más penetrantes.
En un momento supo que Scarlett y Mathilda la miraban con el resto, con la misma curiosos y en el caso de la menor con una disculpa pidiendo salir de su garganta que había esperado mucho para poder ser oída.
Marian sentía curiosidad por Derke, en cambio, pero no tenía tiempo para pensar en su pequeño amigo.
Llegó al salón del trono, aún escoltada por los guardias que condujeron la carreta supuso que cumplían su trabajo tan bien como los primeros.
Abrieron la puerta por ella como un gesto de amabilidad, el único gesto que podían permitirse. Su trabajo terminaba en cuanto el príncipe la viera sana y salva.
- Gusto en verte Marian - tardó en responder, el principe mostraba una tétrica sonrisa.
- Me gustaría decir lo mismo - aspiró profundamente, encontró aromas familiares, la ropa del príncipe Juan y la cuidadosamente pulcra alfombra roja tenían olores particulares que estuvieron presentes desde su infancia. No recibió respuesta, así que volvió a hablar - ¿Qué problema es tan importante para obligarme a cortar mis vacaciones?
- Lo mismo de siempre - aparentemente tenía la respuesta a su duda sobre el paradero de la princesa - Solo que ahora, inteligentemente he descubierto que puedes ser de ayuda.
- De ayuda para qué.
- Para mí, por supuesto.
- Qué quieres que haga, ¿Quieres que entrene a los guardias para que lo capturen? - le dió la espalda caminando hacia el balcón , extrañó demasiado la vista del hermoso bosque - Tengo tanta experiencia militar como tú y se mucho menos de estrategia.
- No te preocupes, no te pediré nada de eso. Serás mi espía - explicó tranquilamente.
- ¿Y si niego?
- Mira abajo - señaló a Scarlett, quien sacaba sus maletas de la carreta, todos sabían que era la única con el permiso de entrar a la habitación de la princesa - Puedo hacer que trabaje para mí todo el día y toda la noche, o dejar a las dos en la calle - bajó el tono de voz y se acercó a ella - Si tú prefieres puedo hacer ambos.
- Ya veo... Me manipulas... - lo miró con desagrado.
- Suena mal si lo dices así - fingió estar ofendido - Piénsalo muy bien.
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Juntos en Sherwood - Una Promesa para Ti
Roman d'amour"Estarás presente en mi vida hasta el último liento. Te amaré más allá de la vida misma, más allá de todo. Al final solo seremos tú y yo" Esa es mi promesa para ti. Marian regresa a Nottingham después de mucho tiempo lejos engañada por su primo para...