Escenas anteriores a este capítulo:
Un mensajero le acaba de dar una carta al rey Ricardo de parque del padre de Robin, el baron de Locksley, ahora Robin debe abandonar el bosque para convertirse en un caballero.
En la actualidad:
Robin no paraba de preguntarse, ¿debería comportarse como un noble para merecerla? Cambiar la rebeldía del arco y el carcaj por las risas falsas de una corte.
Lo que escuchó de boca de Marian, aquello de que nunca lo dejó ir por completo me marcó y se encontró como tantas veces en el pasado; confundido y dolido.
"Sin querer se me abrieron heridas viejas por golpes nuevos. Volví a sangrar dónde un día solo dolió. No somos tan fuertes como pensamos"
A veces quería dejarla ir, que pensara muy bien las cosas y que regresara cuando realmente estuviera lista para tomar una decisión, pero es una particularidad de los seres humanos, nunca estamos completamente listos y solo nos queda arriesgarnos a rompernos y romper el corazón.
Robin nunca fue bueno para seguir las reglas, su padre nunca se lo exigió, tampoco hacía falta, tenía carisma y un encanto natural para agradar a todos, aún así quizá no debió ser tan permisivo, de otro modo Robin habría descubierto de inmediato el engaño.
Aquella noche despertó en medio de la noche, cómo tantas veces desde que empujó al sheriff por el barranco. En medio del sordo silencio que le hacía delirar con aromas deliciosos que a menudo se asemejaban a algunos conocidos: el cabello de Marian, sus manos. . .
La encontró diferente ese día, más inalcanzable que otros días, más metódica y menos auténtica, cómo si fuera alguien más, no era nada de lo que creía conocer, sobre todo cuando bailaron, fue absolutamente diferente al baile del cumpleaños del principe. Cuando bailaban, acompasados con la música, experimentó la dicha privada de sentirse en otro cuerpo sin la necesidad de abandonar el suyo, suyo uno.
La necesitaba tanto como no le dijo nunca y como jamás supo.
Por eso no podía dejarla. Era algo complicado de explicar, sobre todo para él, que aún no lo entendía, eran parte del otro.
Logró conciliar el sueño hasta la mañana siguiente, perfectamente descansado y con ganas de ver a Marian.
Desayunó con sus amigos y les dijo que iría al castillo aunque no dió detalles de lo que haría allí, se fue con tanto entusiasmo que no se atrevieron a perturbarlo.
Logró entrar al castillo, escondiéndose. Dió la vuelta en un pasillo y encontró a un par de guardias haciendo rondas, por reflejo se puso en guardia, listo para un ataque, pero no sucedió, los guardias siguieron de largo como si jamás lo hubieran visto.
Siguió su camino hasta la habitación, abrió la puerta sin tocar y sorprendió a Marian cepillando su cabello.
- Los guardias fingieron no verme.
- Ricardo está aquí - solo entonces lo recordó.
- Habrá un torneo hoy, deberías. . . Quedarte.
- Se me da bien robarle premios al príncipe.
- Tienes razón.
Ambos lo recordaban, aquel torneo de arquería que los unió:
- En ese caso quizá podríamos apoyarte, seguramente a los chicos les gustará verte participar.
- ¿Y a ti? - se aventuró a preguntar - ¿Quieres verme competir contra tus primos? - se sentó en las sillas dispuestas para la mesa del té.
- Me encantaría - admitió sonriendo, se miraron a través del espejo un par de segundos.
- Quiero que hablemos de algo. Yo he estado pensando mucho en nosotros, específicamente en cómo vamos a llevar nuestra relación a partir de ahora. Estoy seguro de que es lo mejor para ambos. No me has dicho que quieres volver a tener una relación, si estás lista o algo así, pero. . .
- Necesitas una respuesta - completó. Dejó el cepillo en el tocador.
- No deseo presionarte. Pero si.
- Creo que has esperado bastante - dijo mientras se sentaba frente a Robin.
- ¿Y bien? - preguntó el joven, expectante, inquieto.
- Pues. . . Quiero que seas sincero conmigo y me digas si no te gusta o si pensabas en algo diferente. Robin, decirte que te he olvidado y que no quiero nada contigo es solo mentirnos.
- ¿Qué intentas decir?
- Que todavía quiero estar contigo, pero mereces algo mejor - sus ilusiones comenzaban a romperse.
- ¿Entonces. . .? - "Me amas pero no lo suficiente para tenerme contigo" pensó.
- Los dos merecemos algo sano, así que creí que sería buena idea que salgamos y nos conozcamos mejor. No me arrepiento de nada, pero tienes que admitir que nuestra relación fue un poco acelerada. Quiero que tengamos tiempo para nosotros.
- Esa idea suena maravillosa - Robin sintió por dentro una calidez familiar, una plenitud capaz de engancharlo a esa chica.
- Me alegra que pienses de ese modo - Marian, quien se mostraba serena ante la situación por dentro luchaba consigo misma para no cometer un acto impulsivo y besarlo. Se prometió hacer las cosas bien ahora que se presentaba otra oportunidad.
- Siendo así; voy a invitarte a un paseo por el bosque mañana, Lady Marian.
- Robin de Locksley, no tienes idea de lo feliz que estoy de aceptar.
Robin se había soñado como un caballero real la noche anterior. Marian lucía, en todo sentido, cómo un princesa que deseaba rescatar.
851 palabras 💚💙
Dejen sus retos y preguntas para los personajes de RHTES, pueden comentar las veces que deseen, ¡todo se vale!
ESTÁS LEYENDO
Juntos en Sherwood - Una Promesa para Ti
Romansa"Estarás presente en mi vida hasta el último liento. Te amaré más allá de la vida misma, más allá de todo. Al final solo seremos tú y yo" Esa es mi promesa para ti. Marian regresa a Nottingham después de mucho tiempo lejos engañada por su primo para...