Capitulo 32: El astrólogo

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Escenas anteriores a este capítulo:

Un astrólogo se aprovecha de los crédulos ciudadanos de Nottingham para robarles con la ayuda de los bandidos. Robin se interpone en su camino, ¡pero el charlatán pone a los aldeanos en su contra!

En la actualidad:

Cuando Marian se interesó tanto en el futuro que tendrían Robin se preocupó por ella.   O porque temoera que tal futuro no existiera, sino por su tendencia al perfeccionismo y la obsesión.

Robin era un escéptico. No se convencía con facilidad de cosas que no tuvieran fundamento, era el tipo de persona que no creía en charlatanes.

Marian tampoco era tan fácil de embaucar, más sin embargo ahora mostraba gran interés en el tema.

- Te digo que no es verdad.

- Y yo te digo que si.

- No hay fundamento que...

- Si no crees no funciona.

- Los aldeanos creían y no funcionó.

Marian guardó silencio.

- Si dicen algo sobre astrología aquí todos te tomarán por loca.

- En eso tienes razón - justo cuando Robin creía que había logrado disuadirla de la idea de la astrología Marian volvió al tema - De todas maneras me gustaría saber...

- Pero no podemos - la interrumpió - Tendremos que conformarnos con el presente.

- ¿Este presente?

- Si

- No es tan malo. De hecho me gusta.

- Quuero que sea increíble para los dos.

- Hazlo increíble, Robin.

La miró directamente a los ojos y se permitió deleitarse en la dulzura de perderse en ellos mientras ambos se sonreían uno al otro transmitiendo su alegría. Robin deseó tocarl, como antes, pegarla a su cuerpo y no dejarla ir, no separarse, cómo cuando podía llamarla suya.

- ¿Vamos a la guarida? Quiero descansar - pidió María y Robin sonrió dulcemente antes fe aceptar.

En el camino Robin pensó que Marian pudo cambiar repentinamente de opinión, aunque claramente la escuchó decir que quería tomar las cosas con calma usualmente era ella quien tomaba la iniciativa. Se lo hizo saber.

- No se trata de un cambio de opinión del que no tengas conocimiento. Es tan simple como tomar las cosas con calma y no apresurarnos a nada.

- ¿Entonces nuestra cita del otro día estuvo bien?

- para mí si, estuvo muy bien. De hecho, ya estaba preguntandome si volveríamos a salir - admitió nerviosa.

- Aún no he decidido qué podemos hacer - dijo abriendo la puerta de entrada - Pero cuando lo sepa te lo diré.

- Muy bien, por ahora yo quiero descansar - en el cuarto de Robin se acostó en la hamaca.

- Siéntete cómo en casa - Marian le tomó la palabra y se dedicó a pensar.

417 palabras 💚💙

Juntos en Sherwood - Una Promesa para TiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora