26 | Segunda revelación 🔞

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Digan presentes, doñas:

Advertencia +18 en este capítulo


❝ Segunda revelación ❞


Barcelona, España

Anheli

Mi pierna no deja de moverse ante la ansiedad que en este momento siente mi cuerpo. Mi mirada se encuentra fijamente en el rostro de Aria quién se encuentra con los ojos entrecerrados observando a la persona que está a mi lado.

Anders vuelve a observarme de reojo debido al comportamiento de mi hija, pero no dice nada. Toda la familia Ortega está a nuestro alrededor expectante a lo que podría decir la pequeña castaña y no sé por qué, incluso yo me siento nerviosa.

Por otro lado, Aiden permanece entre mis brazos, distrayéndose con su carro de juguete sin prestar mucho atención a lo que sucede. Él vio a Anders y rápidamente vino a mí para no tener que interactuar con una persona desconocida. Creo que la actitud tímida de mi hijo estará con él para siempre.

—¿Entonces qué debo esperar? —pregunta Anders en voz baja.

—¡Silencio! —grita Aria, asustándolo— Estoy decidiendo si eres parte de mi familia.

—¿Lo soy?

—No lo sé —murmura, insegura— ¿Quieres a mi mami?

—Eh, sí. Mucho —responde enseguida.

—¿Vas a lastimarla?

—Ella es la que solía golpearme.

—Bien, bien. Última pregunta, esta es muy importante —lo señala con el índice— ¿Vas a comprarnos regalos a mí y a mis hermanos?

Anders ríe ante el cuestionamiento de mi hija pero rápidamente se queda callado al ver la seriedad en el rostro de mi hija. Dios, esta niña tiene la misma mirada de su padre.

—Sí, Aria. Les compraré regalos.

—¡Yei! —grita, emocionada— Eres parte de la familia, tío Anders.

La muy convenida se abalanza hacia el castaño y rodea sus pequeños brazos en su cuello para abrazarlo. Anders vuelve a reír pero le regresa el gesto a la pequeña. Escucho el suspiro aliviado de todos los presentes en la sala y frunzo el ceño al creer que en serio estaban esperando la respuesta de Aria para la situación.

Veo a Hannah caminar en mi dirección para sentarse a mi lado y me abraza por el hombro en un semblante amigable entre ambas.

La verdad es que la extrañaba mucho durante este tiempo que estuve separada de ellos, pero no podía darme el lujo de permitirme ceder ante los recuerdos doloroso hasta que los tuviera casi superados.

No cuando tenía a dos personas dependiendo de mi estabilidad emocional.

—Te extrañé —murmura mi cuñada.

—Y yo a ustedes —espeto, sonriendo.

—Ellinor también te extrañó, pero sabes que esa niña apenas ve a Lucas y pierde la cabeza —habla casi en un tono incómodo— Aunque creo que está un poco molesta con la presencia de la pequeña rubia, Valentina. Al parecer, Lucas y ella se llevan bien.

—¿Celos de papá oso? —bromeo.

Me dedica una mala mirada y río.

—Ya quiero verte el día en que Cristian conozca algún enamorado de Aria. Ahí verás que mi protección con mi hija está completamente justificada —dice, indignado pero no le tomo tanta importancia a sus palabras al escuchar el nombre del pelinegro y rápidamente giro mi cabeza en dirección a las escaleras.

Olvidando sus reglas #2 © | ✔ (Versión 2022)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora