47 | La única solución

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Esto ya se termina. Dios, soy yo de nuevo.

Recta final 3/6

Barcelona, España

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Barcelona, España

06 de enero del 2023


Anheli

¿Alguna vez sienten que no pueden soportar el sonido desgarrador que hace el silencio a tu alrededor? La manera en cómo tus pensamientos se vuelven más fuertes y ruegas porque alguien o algo capte tu atención para intentar olvidar que te provocan los recuerdos. La sensación de ahogo que te empuja a lo más profundo de tu cabeza sin opción a tener una salida.

El incesante dolor que carcome tu voluntad de no rendirte; sin embargo, te das cuentas que no tienes muchas opciones para escapar de ello. La culpa es una de las torturas más lentas y sofocantes que en algún momento de tu vida sentirás. No hay heridas a los ojos de la gente, pero ¿quién logra ver las cicatrices de tu alma?

Mi mandíbula se tensa y mis ojos se cierran al no poder aguantar más los sollozos continuos de Sebastián a unos metros de mí. Su voz quebrada junto a la rabia que acompaña sus palabras me reproduce una y otra vez el escenario que imagina mi cabeza después de lo que pasó. Las órdenes del castaño suenan cada vez más tajantes y con mayor amenaza.

No sé a quién tenga al otro lado del teléfono que sujeta como si su vida dependiera de ello, pero es demasiado obvio el no querer estar en su lugar.

Siento las manos de Cristian en las mías y bajo la mirada hacia nuestro contacto en su débil intento de calmarme. Mis ojos viajan a los suyos y puedo ver claramente en el azul de sus pupilas lo que me ha estado diciendo de camino a la mansión.

«No es tu culpa, Anheli»

He procurado mantenerme fuerte para él.

Haberme tenido que decir lo que hizo para proteger a su familia no había sido nada fácil para el pelinegro, aun así no entendía como es que podía mantenerse de pie luego de lo sucedido. Era consciente que Bruno nunca fue un padre para él y que el cariño que le pudiera tener Cristian era algo más que nulo, pero al final del día, era el hombre que alguna vez vio como héroe cuando era niño.

¿Matar a alguien que admirabas?

No quiero ni imaginar la conmoción.

De igual modo, el pelinegro se había empeñado en mantener la calma para ir por su familia y mantenerla a salvo. El final del Grand Prinx fue agridulce, no lo digo por haber quedado con la medalla del segundo puesto, sino porque las personas que habían querido disfrutar de una ceremonia artística se terminó convirtiendo en un salón con policías y agentes tomando testimonios luego de tener varios muertos bajo sus pies.

Olvidando sus reglas #2 © | ✔ (Versión 2022)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora