Fingir querer a alguien fue el principio de todo lo raro que se me vendría encima, terminar con el había sido la mejor de mis decisiones, pero después de muchas cosas para tratarlo de superar termine topándome con...
No importa, solo se que las pers...
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Kane
Muchas veces la vida es considerada injusta. A decir verdad la mayoría de la mía así la consideraba, éramos pobres seres humanos que pasábamos por pruebas difíciles a temprana edad. Nunca entendía el por qué. ¿Por que habiendo una serie de personas que hacían el mal, les iba bien? Y ¿por qué las que no hacían nada malo les iba de lo peor?
La vida puede ser así en un abrir y cerrar de ojos. Siempre me consideré una persona realista ante la sociedad, ante el mundo y ante las pruebas que este nos ponía conforme avanzábamos en nuestro crecimiento.
El oficial Connor me había hecho saber una serie de sucesos que habían pasado antes de que Jayne desapareciera.
Por ejemplo, Jayne había sido diagnosticada con síndrome de ansiedad y depresión antes de entrar a la preparatoria, aún así sus padres no habían hecho mucho por ella. Al parecer lo había dejado hace poco, había mejorado, de un momento a otro el oficial me aseguró que según sus padres ella había regresado a esto.
Un testimonio por parte de una de sus amigas (de la cual no me dijo el nombre) había dicho que Jayne días antes había estado tomando pastillas. El oficial optó por mandar a investigar a sus padres, su casa entre más cosas que pudieran dar alguna pista a este caso.
No obstante cuando estábamos en plena interrogación, un oficial se había acercado a nosotros dándonos una pequeña carpeta. Claramente el oficial fue el primero en verla, ya quedaba en su completa decisión si yo podría hacerlo también. Estaba siendo yo carcomido por dentro, mis ideas y mi mentalidad me hacían pensar demasiado y quería simplemente estar abrazado a Jayne. Aunque también habían algunas cosas que se habían quedado sin resolver...
Quizás había sido demasiado idiota al no haberla dejado que explicara nada en absoluto.
El miró de una forma extraña la carpeta, el otro oficial se fue y nos dejó de nuevo solos. Connor la abrió y su mirada no podía descifrarse esta vez.
—Tienes que ver esto.
Me extendió la carpeta y una parte de mi no sabía cómo reaccionar. No tarde mucho para darme cuenta de lo que se trataba al ver los documentos frente a mi.
¿Era real lo que estaba viendo? Quería que todo fuera una broma de mal gusto, por qué si lo era yo iba a morir literalmente.
—¿Es?
Connor asintió.
—Estas imágenes son fuera de la casa de Jayne algunas horas antes de que ella llegara de su viaje—comenzó a explicar—si ves aquí en la calle está este auto, el cual es visto que llega en esta otra ocasión—pone otra imagen frente a mi—el cual llega dos horas antes de que Jayne llegara y es estacionado a algunas cuadras, pero antes pasa primero por la casa de Jayne. Creemos que puede ser alguien que quizás conozcas.
Volvió a poner la imagen principal de nuevo, aquella que me había hecho querer que todo fuera una maldita broma.
Había una persona que había salido del auto, era un tipo alto, tenía una especie de Tatuaje en su cuello por lo que habían hecho un zoom de la cual el tatuaje se veía algo pixeleado y borroso. No se veía con claridad, su camisa de cuello tapaba la mayoría. Aún así, la imagen estaba algo borrosa por lo cual no podía saber exactamente quien era.
