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JAYNE

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JAYNE

Cuando vi a Kane irse sabía que ya no había vuelta atrás. Sabía que el contrato ya estaba firmado por ambos y, que por más que quisiera no podría echarme para atrás.

Lo único que me preocupaba era, ¿Que debía decirle a Archie para que dejase que Kane me llevara a la preparatoria?

Claramente no podía contarle la estupida farsa que estaba por crear y tampoco podría decirle que estaba teniendo algún novio ya que estaba todo en su punto límite. Esto era extraño ya que antes de haber creado todo nunca había pensado como haría para que se viese más creíble aquello se me vino a la mente, ese contrato había llegado a ella más por ser desafiante ante Kane, quería que le diese cierta molestia por como me molestaba a mi pero ahora me daba cuenta que solo estaba tratando de

Sabía que este juego de ambos era algo extraño pero sin duda este mes sería muy bueno para los dos.

Después del parque llegue a mi aburrida vida normal en casa. La casa vacía a excepción de la presencia de Archie y las mujeres que atendían la casa. Francamente tenía que pensar este fin de semana perfectamente que era lo que haría para que Archie dejara que Kane me llevara a la preparatoria.

Al entrar escuchaba un poco de ruido en la cocina así que pensé en ir a ver que era lo que ocurría. Solo podía escuchar las palabras de alguna persona pero era extraño porque no eran ni siquiera de Archie. Solo podía significar una cosa.

Al entrar a la cocina vi a mi madre con el teléfono en mano, pegado a su oído. Mientras ella estaba sentada en la pequeña barrita blanca que teníamos antes de llegar a la mesa.

Me miró y simplemente sonrió.

Tengo que colgar, nos veremos el lunes.

La rodee y me dirigí al refrigerador por un poco de zumo.

—¿Quien era?—quise saber.

Suspiró.

—Tu padre.

Mi padre. Vaya que esto sí que era un estupido milagro, después de varios meses por fin recordó que tiene una familia en Washington. Normalmente se desaparecía un mes a lo mucho y después regresaba y ahora ni siquiera daba señales de su existencia.

Abrí el refrigerador sin contestar nada, saqué la caja de zumo de mango y la dejé sobre la mesa. Me acerqué por un vaso al estante repleto de estos y simplemente comencé a servirlo poco a poco.

—¿Así? ¿Que era lo que quería?

Tomé un poco de zumo mientras esperaba su respuesta. No se porque no me esperaba una gran respuesta ante lo que había preguntado me imaginaba un "como estamos solamente"

—Regresa el lunes.

Mierda sentí que el zumo iba a regresarse. Casi me atraganto.

—¿Como porque regresará el lunes?

Tú ,mi destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora