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Kane

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Kane

Después de mucho pensar en donde venderla, me decidí en venderla en la fiesta que Mark organizaría por el partido, había una probabilidad de 0% de encontrarme a Jayne en esta fiesta. Y lo sabía por qué ella no era de venir a ellas ya, la conocía como la palma de mi propia mano, sabía cómo pensaba, sabía lo que había decidido hacer, para ella las fiestas eran un caso perdido de intentar volver a darles la oportunidad.

Sin embargo, la tenía frente a mi, su rostro estaba tan confundido, me miraba de arriba abajo, y yo solo podía mirar como pude haber cagado tan rápido todo por lo que había luchado. Sé que no iba a entenderlo, sé que estará furiosa, lo sabía, no entiendo él porque estaba aquí.

Una mirada. Solo bastó con una mirada dde ella para ver que la había cagado totalmente de nuevo.

—No es lo que piensas.—fue lo único que pude decirle—En serio...

—No ocultes cosas Kane—cerró sus ojos y apretó sus puños a sus costados, lo noté. Pude notar aquello.—Odio esto, odio que cuando descubro algo trates de cambiar los hechos y digas que no es lo que pienso cuando lo tengo todo bien en claro.

—Tiene explicación.

Estaba apunto de decir algo, cuando vi que me detuvo con su mano. Una seña fue suficiente para que me detuviera y no intentara hablar.

—¿Explicación? Mierda Kane, ¿Cómo va a tener una explicación todo esto?

Exacto, ¿Cómo iba a tener una explicación todo esto? Ni yo mismo tenía una para ella en estos momentos, ni siquiera para mi mismo.

¿Es normal sentir que estás en la gloria y que dé repente todo se te va de las manos? ¿Es normal sentirlo con frecuencia? Que, por más que intentes cambiar por la persona que amas, no puedes hacerlo.

Tomé su mano.

—De verdad, no es lo que crees.

Se zafó de mí agarre. De verdad, esta vez sentía que la había cagado de una manera tan estúpida.

—Todo estaba bien Kane, por dios—cerró sus ojos con pesar, pasó una mano por su frente y después me volvió a mirar.—¿tenemos que jugar siempre a esto, no?

—¿A que te refieres?

—Me canso. Me canso de intentar, estar bien y luego descubrir algo que lo derrumba todo.

—Pero, Jayne, no se va derrumbado nada.

—¿Eso crees tú? Dímelo, quiero saber si eso es lo que tu piensas, de todo esto.

Señala con su dedo a todo el lugar y finalmente apunta a mi,para después alejarlo.

No tenía una respuesta. O tal vez, tenía una solución pero, no era algo que quisiera que supiera ella de mi en estos momentos. Quizá deba decirle, quizá deba no ocultarle nada de mi de una vez por todas.

Tú ,mi destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora