0.8

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Narra el Mayo.

-Apa, ¿me escucha? , la econtre?-

Deje caer el teléfono, no podia ser cierto,la mande buscar por todo el mundo,  y para que esos cabrones en una salida la encontraran. Estaba tan feliz tan contento que cuando quise impedirlo ya tenia mis cachetes mojados debido a mis lagrimas, tenia tanta fe en encontrarla que ahora aue lo han hecho no tengo ni puta idea de como reaccionar.

-Vida, ¿Esta todo bien con los niños?- dijo Mariel preocupada, mi mariel, mi reina turca que viste de negro guardando un luto que ahora ya no sera necesario hacerlo.

-Vida- la mire y me solte llorando, aferrandome a ella como si dependiese mi vida de ello.

-Ismael contastame, dime que es tan bien los niños- dijo mirandome a los ojos, a traves de ellos podia ver la preocupación, pero tambien miraba la tristeza que ella cargaba desde hace 17 años.

-La encontraron Mariel, encontraron a mi princesa- ella se safo de mi agarre y me vio con un desconcierto, ella me miro pidiendo que confirmara lo que acababa de decir.- la encontraron los muchachos vida...- no termine de decirlo cuando ella me abrazo y juntos lloramos, lloramos todo lo que hace 17 años no habíamos llorado.

- Ella esta...¿muerta?- pregunto con temor, no sabia el como decirle que no tenia idea, no deje decir a Vicenye el como la habían encontrado.

-Apa, yo se que uste y mi ma, estan juntos, pero conteste pues verga-  dijo Chente del otro lado de la linea oyendose notablemente desesperado

-Vicente, la niña esta..¿muerta cierto?- las esperanzas que mi hija estuviese viva eran casi nulas.

-Apa, Caliope esta mas viva y chula que nunca-.

Una sonrisa se formo en mi rostro.

-La niña esta viva Ismael- dijo Mariel despacio para luego verme- Nuestra hija esta viva- dijo llamando la atencion de todos en la casa. Ella se lanzo en mis brazos mientras yo le acariciaba el cabello.

Caliope.

Mi apa ya tenia bien mucho hablando con Vicente, hasta que me anime y me pare para ir a dirección hacia ellos, antes de llegar pude ver aue vicente hablaba por telefono, mientras que mi apa andaba con los becerros, me fui acercando poco a poco, hasta que sin querer escuche su conversacion.

-Apa, Caliope esta mas viva y chula que nunca-

Me quede en un transe cuando el pronuncio mi nombre llegando a si varios recuerdos a mi mente. En todos estaban el, y los muchachos que lo acompañaron, el se sentó y un grito se escucho a traves del teléfono.

-La niña esta viva Ismael- dijo esa voz con la que habia soñado por años, mis ojos se pusieron critalinos, ahora ya sabia de donde habia esa conexión con estos hombres, ya sabia que el Vicente que mencionaba en mis sueños era el.

Mi papá dede niña me contó mi historia de llegada a esta familia, por lo que era su pequeño milagro, pero su mas grande amor. Sentí una mira intensa, voltee buscandola, y la encontré, el hombre de mi vida, el que me crío y dio su amor a manos llenas me miraba triste pero con una sonrisa, para nadie de mi familia era sorpresa que yo habia estado buscando a mi familia biologica por años. El me sonrió y me indicó con la mirada que me acercará. Con miedo, temblando, y corazón latiendo a mil por hora, me acerque hacia Vicente.

Vicente.

- Chente....- dijo esa voz que me volvia y me daba la vida. - Tu eres mi chentito, ¿Verdad?

De mi no salia ninguna palabra, no volví a imaginar que esa voz me diria a si de nuevo. Me pare, y mis lagrimas salieron al ver que ella lloraba mientras me sonreía. Voltee a ver a Don Gerardo y el me sonrió para luego irse arreando los becerros.

-Mi preciosa Princesa- no pude articular otra palabra por que ella se aventó a mis brazos, ambos llorabamos, nos aferrabamos uno al otro como si nuestras vidas dependieran de ello, aunque para ser sincero, mi vida si dependia de ello.

-Chentito, aqui estoy, soy tu bebé-

- Siempre fuiste y seras  mi bebé hermosa- dije para verla a los ojos, no creí verla jamás, y ahora aqui estoy, con ella suplicando que no la deje de nuevo. -No te perdere de nuevo Caliope, escuchame bien, no lo haré, y si por azares de la vida no te tengo mas conmigo, te buscare hasta que el mundo entero arda. No te dejare ir de nuevo hermanita, no lo hare-.

-No sabes a cuantas gallinas les tuve que poner Vicente, Ivan, Vicente, Ivan- dijo ella riendo mientras se acorrucaba mas a mi. Aun tiene esa mania tan pendeja de llamar a los animales con los nombres de la persona con la que esta enojada.

La miraba y no lo creia. La habia encontrado, por fin despues de 17 años, lo habia hecho.




𝐋𝐚 𝐩𝐫𝐢𝐧𝐜𝐞𝐬𝐚 𝐩𝐞𝐫𝐝𝐢𝐝𝐚 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora